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Jone Martínez: "Vivaldi representa todo lo que se puede esperar del barroco, de lo más frágil a lo más profundo"

La soprano vasca, que interpreta a Angelica en el "Orlando Furioso" que la Ópera de Oviedo estrena el 14 de noviembre, recomienda al público que asista a la representación no empeñarse en "comprenderlo todo", porque ahí, en su opinión, reside "la belleza: no esperar nada y dejarse sorprender”

La soprano Jone Martínez, en el Campoamor.

La soprano Jone Martínez, en el Campoamor. / Miki López

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Oviedo

A Jone Martínez, una soprano nacida hace 34 años en el municipio vizcaíno de Sopelana, próximo a Bilbao, le “sienta bien el norte”. Eso dice ella, que se estrenará en la temporada lírica de Oviedo en el papel de Angelica, en el “Orlando Furioso” de Vivaldi que el 14 de noviembre llegará a la ciudad en una coproducción de la Fondazione Teatro La Fenice y el Festival della Valle d'Itria di Martina Franca. Jone Martínez debuta en el Campoamor y admite que lo hace ilusionada por pisar por primera vez su escenario. “Siempre ha sido una referencia para mí y estoy muy orgullosa de que sea con un título como este, a priori más desconocido. Y además con Aarón, a quien conozco y con quien he trabajado mucho”, asegura. Se refiere al langreano Aarón Zapico, al frente de la dirección musical del título y a quien tiene por un buen "aliado".

De Angelica, a quien le toca encarnar en este "Orlando Furioso", Jone Martínez cuenta que representa “la seducción y el amor”, que hace como de “bisagra entre varios personajes”. En el triángulo sentimental que forma con Orlando y Medoro, Angelica es la mentirosa, finge para tranquilizar a Orlando y lograr su objetivo, que es casarse con Medoro, y ese enredo desencadena “celos, emociones, historias muy típicas del barroco…”, que resuenan en el espectador.

“Vocalmente, la suerte que tenemos con el barroco es que la música y el texto expresan casi el 90% de lo que el personaje quiere transmitir”, explica la soprano vasca, y continúa: “Gran parte del trabajo está hecho, hay que saber interpretarlo y descodificarlo, pero todo está muy pautado”. “En el barroco”, continúa, “se buscaba volver al espíritu del teatro griego: todo estaba cuidadosamente estudiado y la manera en la que llega al oyente puede ser muy diversa”. 

“Lo mejor es sentarse a ver ‘Orlando Furioso’ sin intentar comprenderlo todo, dejarse llevar por las emociones, dejar que algo -aunque sea pequeño- te enganche. Esa es la belleza: no esperar nada y dejarse sorprender”. Esa es su recomendación. “Vivaldi representa todo lo que se puede esperar del barroco: melodías expresivas y bellas, ornamentos, agilidades, desde lo más frágil hasta lo más profundo”, hace notar Jone Martínez. “'Orlando Furioso' constituye una lección perfecta de lo que es el barroco”, sostiene: "puro contraste": “Orlando, por ejemplo, tiene una fuerza y profundidad totalmente antagónicas a mi personaje, que es más ligero y vivaz”.

Tras su paso por Oviedo, la cantante tiene en agenda un estreno de música contemporánea con la Orquesta Nacional de España, en el Auditorio Nacional, una pieza de Óscar Colomina, escrita expresamente para ella y pasa su voz. “El contraste es enorme: pasar de hacer una ópera del año 1700 a una obra importante escrita este mismo año para mi voz”, admite. Supone para ella un reto, pero también “un placer”. “La música contemporánea siempre es un reto, y tiene mucho de lo que hablábamos antes en el barroco: descodificar la partitura y lo escrito”. “Crear desde cero es muy interesante. Ahí está el parecido entre el barroco y lo contemporáneo”, a su juicio.

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