Comienza la rehabilitación de los hórreos del parque de La Cabornia: "Llevamos mucho tiempo esperando"

La ansiada rehabilitación de uno de los tesoros del patrimonio histórico de La Corredoria por fin es un hecho. La restauración de los tres hórreos situados en el parque de Cabornia, junto a la estación de tren del barrio, se inició esta semana ante la sorpresa de los vecinos, que ven por fin solución a una de sus reivindicaciones más insistentes. La intervención era una "prioridad" a ejecutar antes de que finalizase el año, según confirmaron a principios de mes desde el área de Edificios del Ayuntamiento.

Los viandantes de la zona verde se encontraron con el hórreo más alejado de la terminal ferroviaria, edificado en solitario, y también el más dañado, rodeado de una valla de obra, varios operarios y un furgón con materiales de trabajo. La logística causó revuelo en el barrio al recibir, por sorpresa, una actuación largamente esperada. Tal como reza el cartel que cuelga de la estructura metálica que protege la construcción, los trabajos corren a cargo de la empresa de carpintería tradicional Miguel Ángel Arenales, de Pola de Siero, especializada en la reparación y traslado de estas construcciones asturianas.

El estudio que el Consistorio encargó durante el pasado mandato para dilucidar los costes asociados a la recuperación de los hórreos señala que los arreglos de la edificación sobre la que se acaba de comenzar a trabajar ascienden a unos 20.000 euros. Esto es debido a que se requiere la sustitución de la cubierta al completo y uno de sus frontales, a causa del incendio que sufrió en el año 2019.

"Ya era hora de que los arreglasen, llevamos mucho tiempo esperando esto", se alegraban algunos vecinos que comentaban, a pie de obra, el comienzo de unos trabajos que han tomado como primer objetivo el despejar de tejas la cubierta. De igual manera, manifestaban sus quejas por la tardanza de una actuación que según su adjudicatario podría estar lista "dentro de mes y medio o dos meses", dependiendo de la meteorología.