Llamazares le pide al PP que negocie con el Principado la reapertura del viejo enlace de La Corredoria con autovía Oviedo-Gijón

Gaspar Llamazares, portavoz del grupo municipal de IU-Convocatoria por Oviedo y representante de la formación política en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo considera que “después de año y medio del presente mandato es inaceptable que ni los vecinos y vecinas del barrio de la Corredoria, ni la Corporación municipal de Oviedo cuenten con una respuesta política por parte del gobierno autonómico sobre el enlace de La Corredoria con la vía AS-II.

Considera el edil que "el ninguneo a las demandas vecinales no es una práctica razonable porque lleva a la movilización ciudadana y al hartazgo con respecto a las administraciones. El Ayuntamiento de Oviedo no puede quedarse solamente en las gestiones administrativas; tiene que liderar el proceso de diálogo político con el Principado y la interlocución entre este y los vecinos y vecinas de Oviedo”.

La plataforma vecinal creada para pedir la reapertura del enlace considera que el Principado y el Ayuntamiento "se están pasando la pelota" y que ninguna de las dos administraciones mueve ficha, a pesar de que "ambas prometieron" estudiar la posibilidad de habilitar un ramal que los vecinos consideran "imprescindible" para evitar los atascos y garantizar la fluidez del tráfico en un barrio que no para de crecer.

En La Corredoria se están cansando de esperar y amenazan con "movilizaciones" si no reciben pronto una solución. "Sólo pedimos que se nos tenga en cuenta y que se cumpla lo que nos prometieron", dice Emilio Pérez, uno de los portavoces de una plataforma que engloba a varias asociaciones y entidades de diversa índole, tanto del barrio como de los pueblos que están a su alrededor.

Ante esta constante demora, la coalición de izquierdas se muestra beligerante. “Nuestro grupo IU-Convocatoria denuncia la cronificación de determinados problemas porque el gobierno local se limita a iniciar la vía administrativa, en este caso permitiendo la obra demandada, pero abandona la vía política lo que hace que los problemas se conviertan en crónicos y sin ningún final a la vista”, concluye Llamazares.