Los detalles en torno a la muerte violenta del cuidador de un enfermo mental
La última noche del "Viejo Leo" antes de su asesinato en La Corredoria: un salón de juegos y una respuesta enigmática
Una testigo declara que ese día le preguntó a Leónidas Laborde con quién iba a pasar la Navidad y que el fallecido le contestó: "Ahí arriba, en el cielo, con Dios"

F. Vallina / A. Domínguez
Leónidas Laborde, conocido cariñosamente como el "Viejo Leo", estuvo en un salón de juego de La Corredoria la noche anterior al hallazgo de su cadáver, que apareció alrededor de las diez de la mañana del pasado 20 de diciembre en la cocina del piso en el que trabajaba como interno para ejercer como cuidador de Óscar Sánchez, "Oscarín", un vecino del barrio diagnosticado de esquizofrenia, con una discapacidad del 65 por ciento, que permanece en la cárcel como sospechoso de haber sido el autor de la puñalada mortal que presentaba el fallecido a la altura del corazón. El informe policial, al que ha tenido acceso este diario, recoge que la presencia de la víctima en el salón de juego echa por tierra la declaración de "Oscarín", que declaró haber cenado en casa con su cuidador a las nueve de la noche, haberse ido a la cama a las diez y tener constancia de que el "Viejo Leo" se había acostado a las once. "Existe una contradicción", recoge el informe.
Las imágenes y testimonios que ya están en poder del juez que instruye el caso acreditan que Leónidas Laborde, que tenía 67 años, entró a las 21.26 horas al salón de apuestas y lo abandonó exactamente a las 00.06, unas evidencias que también contradicen el informe forense, donde se refleja que la muerte del "Viejo Leo" se produjo hacia las diez de la noche. Las grabaciones de las cámaras del local demuestran que Leónidas Laborde estuvo jugando a la ruleta en el local, que salió a fumar en dos ocasiones y que en una de ellas lo hizo con la responsable del mismo y otros clientes. Las imágenes recogen además su marcha, acompañado por una mujer, poco antes del cierre.
La grabación de la cámara de un banco cercano al salón de juego constatan además que Leónidas Laborde y su acompañante estuvieron fumando un cigarro después de salir de la casa de apuestas. También lo demuestra la declaración de la mujer, que le dijo a la policía que había estado alrededor de media hora con el "Viejo Leo" y que después se fueron uno por cada lado, el fallecido en dirección a la casa en la que vivía con "Oscarín", situada en la calle Fuente la Braña. La mujer, "la última persona de la que hay constancia que vio a Leónidas con vida", asegura que ese día lo notó "más apagado de lo normal y sin el carácter chistoso que solía tener". Según sostiene, le preguntó al "Viejo Leo" con quién iba a pasar la Navidad y fin de año y este, señalando al cielo, le respondió: "Arriba, en el cielo, con Dios".
A este último detalle, a esa "especie de despedida" de Leónidas Laborde, se aferra la defensa de "Oscarín" para plantear la posibilidad de que en la muerte del "Viejo Leo" haya implicadas terceras personas o, incluso, para pedir que se investigue si él mismo pudo autolesionarse. "Mi cliente declaró que su cuidador le había dado la medicina y que se había ido a la cama. Lo que está claro es que después el hombre se fue y nadie ha podido acreditar aún a qué hora llegó a casa ni en qué circunstancias. Es evidente que hay muchas dudas por resolver", dice el penalista Amaro Fernández Miranda, del despacho Puente y Banciella. Por su parte, el abogado de la familia del fallecido, Fernando Barutell, lo tiene muy claro. "Lo que es evidente es que ‘Oscarín’ mintió en sus declaraciones y que todas las pruebas apuntan a que él fue el autor", señala el letrado.
La investigación
Los investigadores también siguen sospechando que fue "Oscarín" quien acabó con la vida de su cuidador, por eso permanece en el módulo de enfermería de la cárcel de Asturias a pesar de que su defensa solicitó la libertad. La Policía sostiene que todas las pruebas apuntan a un "móvil económico". El estudio de las cuentas del fallecido ("a los pocos días de cobrar la pensión solía sacar todo el dinero, reintegrando incluso a crédito", recoge el informe), sus problemas con el juego ("varias veces había solicitado procesos de autoprohibición para no entrar en locales relacionados con el juego") y un desencuentro que tuvo la tarde anterior a su muerte con "Oscarín" afianzan la versión policial. Esa tarde, el acusado y su cuidador, que recibía un dinero mensual para cubrir las necesidades de la casa y de "Oscarín", fueron vistos y grabados en un bar, donde Óscar Sánchez acusó a Leónidas de jugar demasiado a las tragaperras y de no haberle dado la comida, es decir de desatenderle.
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