El hombre que ocultó el cadáver de su madre en La Corredoria, tras quedar en libertad provisional: "No hice nada malo; a casa no puedo ir y me dejan sin móvil"

José Ramón Tomé queda en libertad provisional con la obligación de comparecer cada quince días

El detenido en La Corredoria, investigado por homicidio, quería tanto a su madre que "no podía separarse de ella" y por eso ocultó su cadáver

LNE

La Corredoria

José Ramón Tomé, el hombre de 45 años que fue detenido el pasado lunes tras hallarse en su casa de La Corredoria el cadáver momificado de su madre, considera que haber convivido con el cuerpo durante tanto tiempo no tiene nada de reprochable. "No he hecho nada y me ha tocado pagar", explicó ayer tras comparecer ante la magistrada que investiga el caso, que decidió dejarlo en libertad provisional con la obligación de presentarse en los juzgados cada quince días.

Aunque las diligencias abiertas contra José Ramón Tomé han empezado a instruirse por un posible delito de homicidio –"aún sin determinar si es culposo o doloso, a expensas de recibir los informes definitivos de la autopsia", recoge un comunicado emitido ayer por el juzgado– la Fiscalía decidió solicitar la libertad provisional para el procesado a expensas de "posibles cambios" que puedan producirse durante la instrucción, una postura que derivó en el auto emitido por la jueza, quien no puede actuar de otra manera si no hay acusación por parte del ministerio público.

Fuentes expertas en Derecho Penal consultadas por este diario explican que abrir diligencias por homicidio "no implica que existan pruebas" para sospechar que José Ramón Tomé haya matado a su madre. "Eso es todo provisional, se trata de una investigación en marcha. Una posibilidad es que el procesado haya actuado de forma negligente y que no haya avisado a los servicios médicos al ver a su madre enferma, pero también puede ser que la muerte haya sido inesperada para él y que después decidiese convivir con el cadáver, lo que ya sería otro asunto", explican esas fuentes. "Lo más probable es que los primeros informes forenses no sean aún determinantes o indiquen que la muerte no fue violenta, por eso la Fiscalía ha decidido pedir la libertad provisional. Aunque eso no implica que su postura cambie si la autopsia definitiva arroja información que pueda comprometer al procesado. También hay que tener en cuenta la más que probable enfermedad mental del investigado y que el riesgo de fuga es prácticamente inexistente", añaden.

Por otro lado, también se está investigando si José Ramón Tomé, que acumulaba montones de basura y vivía rodeado de perros y gatos, cometió un delito de maltrato animal o contra la Seguridad Social, ya que habría seguido cobrando las pensiones de su madre cuando ya estaba muerta. El procesado también se encuentra a la espera de una valoración psiquiátrica.

Varios años muerta

Aunque se acogió a su derecho de no declarar ante la jueza, José Ramón Tomé le contó ayer a su abogado los motivos que le llevaron a convivir con el cadáver de su progenitora. Le dijo a José Carlos Alonso que "adoraba" a su madre y que "no podía separarse de ella". El arrestado también le explicó que la mujer pasó el confinamiento y que se contagió del Covid "como todo el mundo", pero que "la primera vacuna", que comenzó a despacharse en diciembre del 2020, fue la que "le afectó verdaderamente a su salud". De estas declaraciones, a falta de confirmación oficial, puede desprenderse que Lorentina Suárez, que hoy tendría 78 años, llevaría varios años muerta.

El abogado que defiende a José Carlos Tomé –en colaboración con Rubén Díaz, otro compañero del despacho Alonso, Roces y Rodríguez– insiste en que la relación entre madre e hijo era muy estrecha. "Era su ojito derecho. Se querían mucho mutuamente y él no para de repetir que, evidentemente, no le hizo nada", señala el abogado. José Carlos Alonso pudo hablar con el detenido en los calabozos de los juzgados antes de comparecer ante la juez. "Él está bien, aunque es como es. Sabe que su madre está muerta, aunque no sabe por qué está aquí (detenido) porque repite constantemente que no le hizo nada", señala el letrado. "Cuando habla de su madre se le nota compungido", añade.

El hombre arrestado también defiende que los animales con los que convivía, once perros y tres gatos, estaban perfectamente cuidados. "Dice que incluso los trataba de cepillar, pero que alguno se ponía agresivo y que le resultaba imposible", subraya su defensa.

Un albergue, única salida: "A casa no puedo ir y me han quitado el móvil"

El hombre que convivió con el cadáver de su madre en La Carisa expresó ayer su malestar al verse "desamparado" tras salir en libertad provisional después de haber pasado tres noches en los calabozos. Con una camisa de manga corta como única prenda de abrigo en una mañana bastante fría en Oviedo y sin paraguas para la lluvia, el hombre se prestó a realizar unas declaraciones a RTPA en las que dejó claro su enfado. "Me han quitado el móvil, no me dejan entrar en mi casa, no me dejan acceder a mi cuenta y no tengo dinero", explicaba ante las cámaras. "¿Qué piensan que voy a hacer, dormir en la calle?", se preguntaba José Ramón Tomé a la salida de los juzgados de Llamaquique. "¿Si usted me suelta por qué me deja sin nada?" , añadía haciendo referencia a la jueza que instruye el caso.

José Ramón Tomé, totalmente perdido y solo, tuvo que ser acompañado por los propios periodistas hasta las dependencias de la consejería de Derechos Sociales, situada muy cerca del juzgado en el que anteriormente había pasado a disposición de la magistrada que instruye el caso. Allí le derivaron a la oficina de Servicios Sociales de La Corredoria, que depende del Ayuntamiento, situada en las dependencias del centro social de El Cortijo. El hombre, que no tenía dinero, se fue andando hasta La Corredoria. Fuentes consultadas por este diario explicaron que las administraciones le habían reservado un sitio en el Centro de Atención a Personas Sin Hogar "Cano Mata Vigil", situado en el barrio de San Lázaro. A última hora de ayer, aún no había aparecido por allí.

El piso de La Carisa en el que José Ramón Tomé convivió con el cadáver de su madre permanecía ayer clausurado. Por un lado, continúan las investigaciones en su interior para esclarecer un caso que salió a la luz el lunes gracias a la información exclusiva de LA NUEVA ESPAÑA. Por otro, la cantidad de basura y excrementos de animales hallados en el interior de la vivienda hacen que las condiciones de salubridad sean peligrosas tanto para el procesado como para el resto de los vecinos de este bloque de la calle Lucas Rodríguez Pire, en La Carisa.

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