El peluquero de las famosas es de La Corredoria: desde Juana Acosta y Mar Flores a Andrea Duro y Marta Pombo

La historia de Gabriel Llano es la de un niño de La Corredoria que anhelaba ser peluquero. "Me imaginaba en un salón trabajando y siempre tuve la inquietud de que quería ser bueno". Los sueños hay que trabajarlos y eso hizo. A sus 38 años gestiona el salón que hasta hace un lustro regentó el gran Ruphert en Madrid y, en la actualidad, es el peluquero de muchas famosas. Sus redes sociales dan cuenta de ello y tan pronto aparece con Victoria Federica en una sesión de fotos delante de la Torre Eiffel como atiende a las actrices Juana Acosta, Mar Flores, Andrea Duro o Ana Fernández. También es el hombre de confianza de influencers de la talla de Marta Pombo y María Fernández-Rubíes Soler o la diseñadora Inés Domecq.

¿Cómo ha llegado hasta allí? La respuesta es clara. "Dedico muchas horas de trabajo y tengo mi energía dedicada en mi profesión. Siento pasión por lo que hago".

La vida de este ovetense comenzó en La Corredoria y a su casa vuelve cada poco para estar rodeado de su familia. "De mi gente; provengo de una familiar absolutamente normal", dice. Su apoyo ha sido fundamental hasta llegar a la cima, aunque el camino no ha sido fácil. Primero, estudió en el instituto Pérez de Ayala, de Ventanielles, el ciclo de Peluquería y Estilismo. La escuela Rizos fue donde atendió profesionalmente a las primeras clientas y empezó como todos: lavando cabezas.

Poco a poco se abrió el camino hasta llegar a Madrid. "Tenía 18 años", recuerda. Un día conoció a un grande del sector y lo conquistó. "Empecé a asistir a Moncho Moreno y acompañarle en las sesiones de fotos". A lo largo de su carrera ha viajado por medio mundo acudiendo a las grandes citas de la moda o acompañando a las famosas en sesiones de fotos. Francia, Japón, Italia han sido algunos de los países en los que ha trabajado. También emprendió una aventura de seis meses en Nueva York. Volvió a Madrid.

Cuenta que la pandemia le hizo reflexionar. "Decidí dar el salto en solitario; era el momento adecuado". Lo primero que hizo fue buscar un lugar donde desarrollar su profesión y dio con Ruphert Burillo, fallecido hace dos meses. Este grande de la peluquería quería retirarse tras haber atendido a Jacqueline Kennedy, Gracia de Mónaco, Rocío Jurado, Naty Abascal o Maria Callas. Su intención, cuenta Llano, era dejar su local a una cadena; sin embargo, un día habló con este ovetense y cayó rendido ante el proyecto que tenía en mente.

Estuvieron hablando del mundo de la peluquería y fue el propio Ruphert quien le enseñó personalmente su local ubicado en pleno cogollo de Madrid. Este grande quedó convencido y decidió dejarle seguir con su local. "Me sentí emocionado". Era un nuevo reto en la vida de Gabriel Llano, nunca olvidará el día de la inauguración de su establecimiento. "Ruphert me mandó un ramo de flores". Iniciaron una amistad hasta el último de los días de este grande de la peluquería. "Tenía un poco de nostalgia del salón y me llamaba para contarme anécdotas. Siempre me dio buenos consejos; fue un pionero, un referente de la peluquería en España".

Llano le invitó en más de una ocasión a visitar el salón, aunque nunca quiso meterse en su trabajo. "Era súper prudente; el local tiene dos accesos y siempre entraba por detrás. Fue maravilloso haberlo conocido".

La prioridad, su salón

Para Llano su prioridad es su salón y allí recibe a sus múltiples clientas. Una década y media lleva trabajando mano a mano con la actriz Juana Acosta. "Éramos unos niños cuando empecé a trabajar con ella y hemos crecido al mismo tiempo. La relación laboral se ha transformado en una amistad". También continúa con el mundo de los "shootings" y trabaja para varias marcas. "El trabajo fuera me da una visión que no me da el salón; es más moda y más moderno", añade. Tendencias que capta para luego trasladarlas a sus clientas entre las que tiene a muchas personas anónimas. "Estoy muy contento de mi carrera; me siento orgulloso de todo lo que he conseguido. No obstante, sigo teniendo los pies en la tierra y cuando me alejo de la rutina siempre tiendo a hacer balance de lo que he conseguido".