El hombre que convivió con el cadáver de su madre en La Corredoria ya puede volver a la casa

José Ramón Tomé ha recibido las llaves del piso, pero está a la espera de que Vipasa ejecute las labores de limpieza en la vivienda para volver a instalarse

VÍDEO: Detenido un hombre en La Corredoria con los restos del cadáver de su madre en casa

LNE

La Corredoria

José Ramón Tomé, el hombre de 45 años que convivió durante varios años con el cadáver momificado de su madre en el piso de La Carisa que ambos compartían, ha recibido las llaves de la casa y ya puede entrar en la vivienda después de mes y medio de espera. La juez que instruye el caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, mantuvo hasta ahora el precinto del piso para no alterar las investigaciones y poder esclarecer que fue lo que ocurrió en el número 2 de la calle Luis Rodríguez Pire, un proceso que obligó al investigado, que se encuentra en libertad provisional, a tener que dormir en la calle antes de ser acogido por unos vecinos.

Las llaves del piso ya están en poder de José Ramón Tomé, aunque las labores de limpieza de la casa todavía no se han ejecutado y el hombre tiene orden de acceder a la vivienda "sólo para lo imprescindible", explica su abogado, Rubén Díaz. "Entrará pasa coger algunos papeles y algo de ropa como mucho. El piso no está en condiciones y José Ramón todavía no puede quedarse", señala el letrado. No en vano, cuando fue detenido, el hombre acumulaba montones de basura en el piso, vivía con once perros y tres gatos y de la casa salía un olor nauseabundo.

Pero José Ramón Tomé no tardará en instalarse de nuevo en su casa. Fuentes de Vipasa confirmaron ayer que la entidad que gestiona el parque de viviendas públicas del Principado será quien asuma la limpieza del piso de La Corredoria en el que se encontró el cadáver momificado de Lorentina Suárez, que hoy tendría 78 años. Desde Vipasa ya explicaron en su día que José Ramón Tomé podrá seguir viviendo en el piso si es que sigue libre después de un posible juicio. "Estaban al día de los pagos del alquiler y, al formar parte de la unidad de convivencia y llevar allí más de tres años, no hay problema para que se le subrogue el contrato", señalaron entonces fuentes de la entidad. "La limpieza del piso se llevará a cabo en cuanto nos pongamos de acuerdo con el inquilino y esperamos que sea pronto porque el resto de vecinos también está afectado por la situación", señalaron ayer las mismas fuentes.

La ausencia de Tina

Los vecinos aseguran que vieron a Tina por última vez en el año 2021. Su hijo le dijo al abogado que lo defiende que durante el confinamiento estaba perfectamente y que fue la primera vacuna del covid –que comenzó a dispensarse en diciembre del 2020 y continuó suministrándose durante el año siguiente– "la que le afectó verdaderamente". Los informes preliminares no aportan mucho sobre las causas del fallecimiento y tampoco datan la fecha de la muerte, una estimación que tampoco será fácil de determinar en las conclusiones de la autopsia definitiva, según fuentes expertas consultadas por este diario, teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba el cuerpo. No obstante, a tenor de estos testimonios, la mujer podría llevar al menos cuatro años muerta. En todo ese tiempo nadie preguntó por Tina.

José Ramón Tomé también le contó a su letrado que convivió con el cadáver porque "adoraba" a su madre y "no podía separarse de ella". Lo ocurrido en La Carisa es un caso aún lleno de incógnitas en el que la muerte y lo macabro han servido para sacar a la luz un historia en la que el desamparo, la enfermedad mental y la soledad también son protagonistas. n

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