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La insólita prueba del viejo enlace de La Corredoria: cuatro coches para demostrar que "es seguro y resistente"

"Es una forma de probar lo que no hacen los políticos", explican los vecinos del barrio, que piden que el vial se reabra para vehículos ligeros en ambos sentidos

Los cuatro vehículos colocados en el antiguo enlace entre La Corredoria y la autovía AS-II.

Los cuatro vehículos colocados en el antiguo enlace entre La Corredoria y la autovía AS-II. / F. V.

Félix Vallina

Félix Vallina

Los vecinos de La Corredoria están convencidos de que el antiguo enlace entre el barrio y la autovía que une Oviedo con Gijón (AS-II) se puede reabrir al tráfico "con total seguridad" y han querido demostrarlo con pruebas. A media mañana de ayer, cuatro de esos vecinos, cuya identidad no ha trascendido, colocaron otros tantos vehículos en mitad del viejo enlace –dos el carril ascendente y otros dos en el descendente– con el fin de probar que hay espacio suficiente para abrir el vial a turismos ligeros en ambos sentidos, que es la reivindicación de la plataforma vecinal del barrio.

El consejero de Movilidad, Alejandro Calvo, volvió a insistir hace sólo unos días, durante la visita a las obras de ampliación de la glorieta de Luis Oliver, que la reapertura del enlace en los dos sentidos de la circulación «no es posible desde el punto de vista de la seguridad vial», pero los vecinos no están de acuerdo. Calvo sólo contempló la posibilidad de abrir el enlace en un único sentido. «Si lo que plantean los vecinos es un vial de entrada a La Corredoria con una adecuada geometría y justificando los beneficios que tiene esa medida para la movilidad de la ciudad, es viable», dijo el consejero.

Sin causar peligro

La plataforma vecinal, sin embargo, no comparte la postura de Calvo. «Si el problema es el entronque con la glorieta no está justificado. Hay margen de sobra en ambas márgenes para conseguir el ángulo de entrada y salida que sea necesario para la seguridad», señala Pérez.

Para ejecutar la acción de ayer, quienes colocaron los coches, según fuentes cercanas, ni siquiera movieron los cierres que hay colocados para inhabilitar el vial. «Sólo tuvieron que subir un bordillo de unos quince centímetros y no pusieron en peligro a nadie. Es una forma de probar lo que no hacen los políticos», señalan esas fuentes.

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