Cómo insiste la realidad sobre mis ojos

"Careo en la soledad", Basilio Fernández

César González Ruano, tan buen columnista como pícaro irredento, se quejaba, ante Gonzalo Torrente Ballester y Marino Gómez Santos, dos escritores iniciados en Oviedo, que no lograba ver los ojos de Dolores Medio por culpa de sus grandes gafas oscuras.

Lo cierto es que "Nosotros, los Rivero" es una grandísima novela, orgullo de nuestra ciudad, que necesitaba reedición, más con la integridad que impidió la censura. Ese doble objetivo, reedición e integridad, lo ha conseguido Libros de la Letra Azul, con introducción de Ángeles Caso, ilustraciones de Rebeca Menéndez y la complicidad presentadora de Conchita Quirós, digna heredera de don Alfredo, que tanto creyó en Dolores, el Vicerrector Borge, la archivera Evelia Vega, el filólogo Díaz-Faes y Cosme Marina.

Emilio Alarcos, Avello, Juan Benito, Martínez Cachero... tuvieron el acierto de acuñar "la bien novelada" que inicia "La Regenta", "Tigre Juan", "El Maestrante"... sigue "Nosotros, los Rivero", ¡por fin completa! La línea continuó en García Pavón, J. M. Jove, García Miñor, Sara Suárez Solís..., a cuya nómina bien uncidas "Jugadores de billar", de José Avello, y "Apabullante silencio extranjero", de Fernando Fonseca. A no olvidar tampoco "La vida exagerada de Martín Romaña"/Bryce Echenique, Lesage, A. Camus (teatro), Perec y Gracia Noriega. Marilde García amplía horizonte en "Oviedo, género literario" y Cachero profundiza en diversas publicaciones.

Como ha escrito Carmen Ruiz-Tilve, máxima especialista en Dolores Medio, "Nosotros, los Rivero" se escribe en el número 23 de Magdalena. Por cierto, casa natal de Indalecio Prieto.

Curiosamente el censor, ¡Valentín García Yebra!, que tacha y recorta, reconoció calidad literaria.

Vi a Dolores sin gafas ahumadas, a cuya casa llevé a mis hijos para que la recordaran. Sus ojos siguen abiertos pues, como el poema surrealista de Ángel González: los ha dejado muy grandes en la Fundación Dolores Medio, que presidieron Víctor Alperi y Pilar Rubiera, y hoy Cosme Marina. Los tres leales a Lena/Ranita, que, Ángeles Caso mediante, se ha plasmado en esta gran recuperación. Por mi parte nunca supe, hasta la presentación universitaria, fue Marta Rivero en la primitiva escritura de ojerosa ficciorrealidad.