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Crítica / Música clásica

Intimismo y expresividad épica

Piotr Anderszewski convenció al público con su búsqueda de la esencia poética de la partitura

Concierto en Oviedo del pianista polaco de 49 años Piotr Anderszewski, cada vez más presente en España a través de sus giras, y que había actuado en Oviedo el 3 de diciembre de 2007, día del fallecimiento del musicólogo Luis G. Iberni, creador de las Jornadas Internacionales de Piano "Ciudad de Oviedo" que ahora llevan su nombre. En Oviedo, Anderszewski continúa una gira iniciada en París y Lucerna que le llevará en las próximas fechas a Lisboa, Londres, Budapest, Moscú, Birmingham, Estocolmo, Munich y Viena, entre otros destinos. El programa aquí ofrecido es el mismo que ofreció tres días antes como concierto final del prestigioso Festival de Lucerna.

En la primera parte interpretó seis preludios y fugas del libro II del Clave bien temperado de Bach, en un estilo muy personal e intimista, con medios pedales, dinámicas a veces extremas, siempre a la búsqueda de la esencia poética de las partituras, evocando la línea de Glenn Gould, uno de sus ídolos.

En la segunda parte ofreció sus Variaciones Diabelli, op. 120, de Beethoven, obra estrechamente ligada a su trayectoria profesional desde el Concurso de Piano de Leeds en 1990. La grabó en 2000 para Virgin Classics, obteniendo numerosos premios, y con el cineasta Bruno Monsaingeon hizo la película Piotr Anderszewski plays the Diabelli Variations (2001).

El pianista indica que "en esas variaciones están todas las emociones de una vida. Hay ternura, humor, energía espiritual, ingenio, virtuosismo deslumbrante y una capacidad asombrosa para ennoblecer un vals de apariencia más bien vulgar hasta convertirlo, tras someterlo a toda clase de conflictos, en un sereno y trascendente retorno al clasicismo".

Anderszewski presentó su visión personal, "épica" e "íntegra", en su línea de contrastes súbitos en la dinámica, con utilización moderada del pedal, y con un canto a veces muy destacado de algunos temas en la mano izquierda. Su expresividad convenció al público. Como propina, la Bagatela op. 160 de Beethoven.

En esta temporada de las Jornadas de Piano, se han programado conciertos de gran interés, como los que ofrecerán Sokolov, Trifonov con Gergiev, Perianes o Gabriela Montero, entre otros. Que el éxito les acompañe como ha acompañado a Anderszewski.

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