Cuando se le pregunta a José Ramón García Saiz, alcalde de La Ribera, cuáles han sido las claves del éxito para gobernar treinta y dos años de forma ininterrumpida con el apoyo siempre de la mayoría social de sus vecinos, responde del siguiente modo: "Tengo fama de ser muy cortante ya que nunca digo que sí de primeras. Hay que saber decir que no para no engañar a los vecinos en promesas incumplidas, estoy mucho más tiempo en la calle que en el despacho, no me dejé manipular y los errores nunca fueron malintencionados".

Sin embargo, cuando se requiere a algunos de sus vecinos sobre las claves del éxito como alcalde de Ramonín "el del Alto del Caleyu", estas son algunas de sus respuestas: "Honradez desde guaje al cien por cien, un ejemplo para el resto de alcaldes asturianos que dejará el listón muy alto".

Nacido en 1953, aprendió sus primeras letras en las Escuelas de Llamascura de Explosivos Río Tinto y, más tarde, se fue a estudiar a la academia Llana en Oviedo y luego cambió para la academia Ojanguren. Eso permitió que Ramonín accediera al mercado laboral el 15 de enero de 1968, con apenas 14 años, entrando a trabajar como chico de los recados en las oficinas que Almacenes Generales. De chico de los recados pasó a gestionar el correo y finalmente a llevar la contabilidad de la empresa hasta 1985, cuando la empresa echó el cierre.

Durante seis meses tramitó becas en Educación y en 1986 entró como empleado en la UGT, ejerciendo de hombre todoterreno. En septiembre de 2018 se jubiló tras 51 años cotizados a la Seguridad Social.

José Ramón ha sido siempre un militante de base muy comprometido y activo tanto en la UGT, sindicato al que se afilió en 1976, como en el PSOE, al que llegó en 1977.

Los momentos más felices de su gestión han sido varios: acabar con las averías de agua que había todos los días; ayudar en la inundaciones del río Nalón en Soto Rey, la Vegalencia, Ferreros, Bueño y Palomar; la construcción del nuevo puente de acceso a Soto de Ribera; la histórica sentencia contra la central térmica en 2009; el premio a Bueño como "Pueblo ejemplar" en 2012; las excelentes instalaciones deportivas de El Llosalín; que la Casa de Cultura sea gestionada por asociaciones y no por políticos; el abono de becas para los universitarios del concejo; la teleasistencia gratuita para las personas mayores y no subir los impuestos.

Aunque los ciudadanos de La Ribera perderán en mayo un gran alcalde, quien ganará a partir de esa fecha más tiempo con marido será Pili, su mujer, quien, tras 41 años de matrimonio, los últimos 32 compartidos con todos los vecinos del concejo, tendrá más tiempo para disfrutar de su familia.

Gracias, Ramón, por tus años de trabajo en favor de tu comunidad, por tu ejemplaridad como alcalde y como persona, y ahora te toca descansar y disfrutar intensamente de tu familia y de tu huerta. Que la salud te acompañe muchos años. Muchas gracias.