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Con vistas al Naranco

Ultraderecha moderada

Una reflexión sobre detractores violentos y hallazgos léxicos

Logro léxico de los humoristas Mongolia, "¡ultraderecha moderada!". Sigo durmiendo bien, pues no van a pasearme por la noche, pese a mi recalcitrante socialismo a fuer de liberal. Hoy por hoy, todavía tenemos el logro conceptual de Churchill, Huxley? de que de madrugada solo llama el lechero. Y ya ni hay lecheros, o, esta vez mejor que portavozas, lecheras, que tan castizas hicieron sus deambulaciones callejeras matutinas vetustenses, con jumentos que ataban en la antigua finca Roel, hoy Instituto Alfonso II y Auditorio. Eso sí, por si acaso, sin ánimo de revancha, no dejo de preguntarme si los entonces jovenzuelos, aprendices del peor gamberrismo, Barthe y Tartiere, el dueño de Caimán, la pariente de Luis Estrada, y aún quien rebuzna por mi empecinamiento de llamar Oviedo a Oviedo sin falsa traducción asturianista, que protagonizaron violencias diversas contra mi humilde persona, van a tolerarse por formaciones emergentes.

En fin, como seré de los pocos en paparse, entre otros, los voluminosos biografía de Wiston S. Churchill / Andrew Roberts o el novelón "Contrapunto", algo me indica que aquellos mis históricos personales detractores violentos no irán a mayores, al menos con este viejo político sabatinamente escribidor. Preferiría, en cualquier caso, optasen por el oxímoron de Mongolia en sus lamentables amenazas, que ni perdono ni olvidaré. Y a tener presente que, incluso muertos, tiraron en esta ciudad el monumento a Clarín y embadurnaron la placa a su hijo y a los fusilados del cementerio.

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