Oviedo ya intentó, sin éxito, que la Unesco declarase Patrimonio de la Humanidad a todo su casco histórico. Fue hace 22 años y la ciudad no salió perdiendo del todo, ya que, como consecuencia de la iniciativa, sí que logro ese reconocimiento para la fuente de Foncalada, la iglesia de Santullano y la Cámara Santa. Previamente, en 1985, habían entrado en el selecto club internacional Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.

"Añadir el centro histórico entero con estos edificios (los finalmente incluidos en la lista) rompería con el concepto que estamos reconociendo de conjunto de edificios prerrománicos", señalaba el informe final de la Unesco sobre la candidatura de Oviedo. Según trascendió entonces, los expertos del organismo se mostraron bastante críticos con la actuación llevada a cabo por el Ayuntamiento en la histórica plaza del Fontán