La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica / Jazz

Auterretrato

Complicidad e intimismo en el debut como letrista y cantante de Jacobo de Miguel

Se preguntaba Jacobo hace unos días por qué habían dejado de funcionar los Festivales de Jazz en Oviedo, por los cuales pasaron en los ochenta y noventa nombres tan destacados de la escena del jazz del momento como Miles Davis, Pat Metheny, Pedro Iturralde, Tete Montoliu o el mismísimo Dizzy Gillespie…

Auterretrato Rubén Martínez

En este nuevo intento de la Concejalía de Cultura, y en un momento muy complicado de pandemia, su concejal José Luis Costillas, ha logrado reflotar el jazz en la ciudad una vez más y traer a Chick Corea el 7 de marzo pasado, justo antes del confinamiento, probablemente unos de sus últimos conciertos. Y ya este pasado invierno pudimos disfrutar del Festival de Jazz Oviedo con grandes de la escena nacional como Andrea Motis, Jorge Pardo, Abe Rabade o el valenciano Perico Sambeat.

La tarde del viernes Jacobo de Miguel se presentó en cuarteto de amigos gallegos y el joven baterista Manu Molina. Jacobo, como diría Scorsese, es “uno de los nuestros”, al que hemos podido disfrutar en varias Noches Blancas, en la Fábrica de Armas (Premios Princesa) o en la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Cine SACO. Pero los que seguimos a Jacobo, nos gusta también cuando acompaña en “petit comité” a buenos amigos músicos en el Jazz Café de Gijón, lamentablemente cerrado por la pandemia. Manu Molina era también un habitual de las citas en el Jazz Café con la formación en trío de Cristina Montul y Horacio García, un pequeño templo del jazz en el que no faltó también otro pianista, el Valdesano de Muñás José Ramón Feito, entre otros.

La novedad del pasado viernes en el Filarmónica fue el estreno como vocalista de sus propias composiciones nacidas de la cotidianidad, de la vida… Aunque oficialmente fue su debut como “cantautor”, ya en otras ocasiones hemos podido oír la voz de Jacobo, como en la pasada proyección en SACO 7 de la película Nosferatu, con música compuesta y arreglada por el propio Jacobo e interpretada por Radio Nosferatu: Puri Penín, Silvia Fernández, Sandra Luquiños, Verónica Rodríguez y Marta Martínez

En algunos momentos su voz recordaba al colorido sonido de Pedro Aznar en el Pat Metheny Group de los 90. El concierto del viernes giró, como ya dije, en torno a sus propias experiencias personales: Autorretrato, Rencor, La bella y la bestia, La máquina, Lo que las cosas son, La caza y para finalizar “En mi casa”, una oportunidad para dar identidad a los nombres que se les ponen a las composiciones de un músico de jazz.

Un concierto intimista y sobrio para una tarde del Día del Libro, repleta de actividades en la ciudad; los que pudimos disfrutar de este inicio del nuevo Ciclo Vetusta & jazz sabíamos que Jacobo de Miguel Cuarteto no nos iba a defraudar. Se notó la complicidad con sus amigos músicos gallegos, que se sumaron para unir fuerzas con Manu Molina. El orensano Toni Risco, que no solo es vibrafonista, también es percusionista y batería, recibió clases del vibrafonista Joe Locke en New York, así como de Dave Samuels y Tony Miceli en la Delaware University (New Yersey), o de David Friedman, en Berlín. Por su parte Rik García fuera del campo del jazz desarrolla proyectos asociados a la música tradicional asturiana, “De Miguel, Wolfe & Quintana”, grupo con el que ha editado el trabajo “Xota pa Tres”, y gallega “Pedro Lamas/Jacobo de Miguel Grupo”.

Queda reservada la cita para el segundo pase del festival el próximo 30 de Abril con Chicuelo y Mezquita, nombre del grupo de Marco Mezquida, Juan Gómez y Paco de Mode, en el Campoamor, también a las siete.

¡Larga vida al Festival!

Compartir el artículo

stats