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Ramiro Fernández

Un gran salto para Asturias

Ante el primer comité conjunto de las tres Cámaras de Comercio de la región

En medio de un tsunami inagotable de acontecimientos inesperados y noticias imprevisibles, la mayoría perversas y dañinas, el pasado lunes 17 de mayo, como si de un oasis en medio del desierto se tratara, se produjo un hecho histórico para Asturias que abre una ventana de optimismo para todos y, en especial, para el tejido empresarial regional. Me refiero al primer comité conjunto de las tres Cámaras de Comercio del Principado: la de Oviedo, la de Gijón y la de Avilés. Un acto que encabezó José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, y al que asistieron casi medio centenar de representantes de los tres organismos.

Parafraseando al astronauta norteamericano Neil Armstrong cuando pisó la luna por primera vez aquel inolvidable 20 de julio de 1969, se trata de un pequeño paso para los tres entes camerales y un gran salto para Asturias.

Hace tiempo que se viene trabajando y avanzando en un proceso de cooperación que desemboque en un futuro en un único ente cameral que aglutine los intereses de toda la región, evite duplicidades y coja músculo de cara a impulsar proyectos y captar inversiones que permitan revertir, por ejemplo, nuestra tasa de ocupación, la más baja del país.

Soy consciente de que las tres entidades, todas centenarias, presididas por José Manuel Ferreira, la de Oviedo, Félix Baragaño, la de Gijón, y Luis Noguera, la de Avilés, requieren de muchos más pasos en ese necesario e irremisible proceso que desemboque en un futuro ente cameral de Asturias. También, que aún no están preparadas para una fusión y que esa decisión exige una apuesta decidida y sólida y un compromiso colectivo, pero concelebrar ese primer consejo cameral de la historia, preludio de un próximo pleno conjunto que, por cierto, ya desbarató el covid-19 en marzo del año pasado, supone una declaración de intenciones.

La economía asturiana y su tejido empresarial afrontan retos mayúsculos a los que no somos ajenos las pequeñas y medianas empresas, pulmón de oxígeno en el fomento del empleo y fuente de vida para calles, barrios y pueblos. En un mundo global y competitivo se me antoja clave que todos los organismos remen en una misma dirección, diseñen una estrategia conjunta y abandonen intereses localistas poniendo el foco en generar trabajo y progreso. A nadie se le escapa que la tecnología y la innovación son y seguirán siendo pilares fundamentales para el desarrollo; lo mismo que la apuesta por la industria y la transición energética y la colaboración público-privada.

Por delante nos quedan meses y años de esfuerzo colectivo pero Asturias cuenta con todos los ingredientes necesarios para ser una región competitiva y de referencia. Si todos caminamos coordinados y unidos, empezando por las Cámaras de Comercio, llegaremos antes y más fuertes a las metas que nos propongamos. Es una cuestión de voluntad, trabajo y cooperación. Lo he dicho en muchas ocasiones. No estamos en disposición de quedarnos de brazos cruzados atisbando resignados el futuro.

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