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Ana Taboada

La promoción del odio

La solidaridad y el amor frente a los mensajes que alientan la violencia

De un tiempo a esta parte la ultraderecha está trasladando su sinrazón y su relato a los medios de comunicación y a la sociedad. Un relato dirigido a generar odio, apelando a las vísceras y a la individualidad del sálvese quien pueda, a poner en el marco no la denuncia de la violencia machista y los asesinatos, sino la culpa de las mujeres por reclamar y ejercer sus derechos, tratando de ocultar la violencia vicaria, aquella que es ejercida por el hombre sobre los hijos e hijas comunes para seguir controlando a la expareja, y para generar situaciones de dolor y rechazo hacia ella. Y tuvo que llegar Rocío Carrasco con su demoledor relato para que se sepa más de este tipo de violencia.Ahora esa ultraderecha tramontana insulta a una joven, Luna, que abraza a un hombre (cuyo nombre no ha interesado conocer) que sufre tras haber cruzado El Tarajal. Les parecen mal los abrazos, la solidaridad y lo manipulan de manera nauseabunda. Son los mismos que han utilizado al otro lado de la frontera el chantaje por haber ingresado en un hospital español a un líder del Frente Polisario; son los mismos que desean la violencia, desestabilizar y generar miedo y rechazo al otro. Además, siempre lo encarnan en nuestros cuerpos de mujeres, acosan a través de las redes, mienten y manipulan hablando de invasión por unos niños.

Quieren que pongamos fronteras mentales que, por mucho que nos empeñemos, son imposibles. Quieren que no veamos que, mientras expoliamos recursos de los países de la periferia y permitimos que sean gobernados por dictaduras o gobiernos corruptos, mientras persistan las desigualdades, seremos el horizonte a alcanzar para muchos seres humanos.

Marruecos ya tiene sus 30 millones de euros y ya contiene a la frontera. Y los que generan odio siguen impunemente mintiendo.

Seis mujeres asesinadas por la violencia machista en menos de una semana, y no es casual, aunque me censuren por decirlo, que la promoción del odio favorece un clima de violencia. Mientras nos asesinan, nos hablan de ideología de género y pin parental, y no debemos trivializar con ello. No es Luna un día, o un minuto de silencio por Teresa, la mujer asesinada por su pareja, otro: es un compromiso como sociedad trabajar día a día para generar lazos, amor, solidaridad. Que nuestro ejemplo los aísle, y sean ellos los que queden solos. Como dice la canción “Nos quieren en soledad, nos tendrán en común”.

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