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antonio masip

Con vistas al Naranco

Antonio Masip

Catalunya: contradictoria, culta, desnortada

Mediados los sesenta un pariente me condujo a su Barcelona, tan culta y luchadora por la democracia y el europeísmo. Hicimos noche en Burgos, escuchado misa muy de mañana y como quiera que, al bajar por la Franja, dormitaba en asiento copiloto, me despertó con grito inaudito: “¡Visca Catalunya lliure!”. Entendí el sentimental significado, aunque la exclamación me sorprendía por vez primera, más si cabe en mi tío, requeté al final de la guerra, sobrino a su vez del magnífico personaje, un sinyor de Barcelona de Josep Pla. Lejos del independentismo sigo banalizando la divisa como contradictoria tozudez carlistona de acento reaccionario. Tampoco olvido que mi familia es de comarca que suele votar el desnortado Junts.

Desde hace demasiado nos encontramos inmersos en el asunto catalán. A no olvidar, en cualquier caso, la descorazonadora reflexión de los “Diarios” de Azaña, las obras de tantos autores, incluidos los hispanistas Brenan, Carr, Vilar, Eliot… y amistosas conversaciones con líderes del “procès”. Temo que, tras los dos años fijados en discurso, Aragonés regrese a monte brumoso, pues el nuevo President carece del carisma de Tarradellas. Si hay excarcelación para Romeva y Junqueras me alegraré humana y amistosamente aunque quedo preocupado que, sin enmienda, suframos de nuevo intranquilidades. Rodriguez-Vigil lamenta respetablemente esa mi benevolencia hacia Romeva en el epílogo de “Final de túnel”, libro que saco el 12-J.

Ojalá nuestro país resuelva, serenidad gobernante, tantos problemas (deuda, transición ecológica, uso fondos europeos, reformas constitucional y orgánica judicial, modernizaciones laboral, fiscal, tolerancia…) y, por añadidura, los absurdos internos en la periferia y, recientemente, en autonomías de tradición centralista, o jacobina. Tras la pandemia, está en crisis el estado de las autonomías. ¿Y el “0” en Internacional que puso aquí don Pedro de Silva? No sé el futuro, si bien valoro las prioridades políticas en uno de los más lúcidos, un tal Rubalcaba. ¡Aleccionadora biografía, “Un político de verdad”, de Antonio Caño! La de mi pariente fue simple anécdota que me dio, me sigue dando, a pensar.

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