El pasado 21 de septiembre día de San Mateo, la escritora Julia Navarro en la presentación de su última novela en el teatro Filarmónica, tuvo un recuerdo para nuestra querida Concha al afirmar que su figura y su buen hacer “trascendió el ámbito de Oviedo y de Asturias”. Esta afirmación de la escritora ya justificaría por sí sola el nombramiento de Concha Quirós como hija adoptiva de Oviedo por parte de este Ayuntamiento. Que la labor y la trayectoria de una vecina y ciudadana de Oviedo haya llevado el nombre de nuestra ciudad más allá de sus límites, sería suficiente para sentirnos agradecidos. Pero hay muchos elementos en la vida y la vocación de Concha que justifican por supuesto esta decisión.
Concha Quirós era una librera que heredó la librería Cervantes de su padre y que no se conformó con conservar esa herencia. De manera constante e infatigable enriqueció y aumentó las capacidades y posibilidades de ella. podemos decir que la librería, Concha y Oviedo, fueron creciendo al unísono, pues una ciudad se ensancha y se dignifica por el trabajo honesto de sus vecinos.
Si como dijo el poeta y premio Cervantes Joan Margarit “La libertad es una librería”, Concha abrió las puertas de Cervantes para tocar la libertad con nuestras propias manos. Y ahí sigue. Cada mañana cuando la librería abre sus puertas, Oviedo y los ovetenses tenemos la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida. Con discreción y alegría, Concha fue una anfitriona perfecta, esa que recibe con los brazos abiertos y está siempre dispuesta a escuchar, sabiendo que nunca hay tiempo perdido cuando tratamos de libros. Y de vida al fin y al cabo.
A partir de hoy Concha será hija adoptiva de Oviedo, y que gesto generoso y maternal el de una ciudad que adopta y acoge para la posteridad a una mujer que, desde su Pillarno natal, la vida y camino que escogió para recorrerlo la llevó a sentirse una ovetense más. Podía agotar el tiempo de mi intervención solo enumerando la cantidad de escritores, escritoras, editores y libreros y libreras que han subrayado, a lo largo de los años, la generosidad de Concha. Pero voy a utilizar en concreto (las palabras) de una titubeante aún por aquel entonces escritora Pilar Adón: “con la nobleza que todos le conocemos, con esa energía que envuelve y ampara a quienes se le acercan, recuerdo que me hizo sentir como en casa a pesar de mi bisoñez y de ser una recién llegada”.
No quiero dejar pasar por alto que además Concha como mujer supone un ejemplo y un aliento para cualquier mujer que quiere abrirse paso sea cual sea su profesión y demostrar sus cualidades por encima de cualquier discriminación y abuso de poder.
Este 2021 Cervantes cumple cien años. Es fácil imaginar la ilusión que le hacía a Concha este cumpleaños, claro, y aunque se nos fue antes de acabar la fiesta me la puedo imaginar ahí sentada sonriente y agradecida. y como puedo imaginar eso tampoco quiero dejar pasar este momento para acabar mi intervención con los versos que entregué para el libro “Concha Quirós, una librera de raza”, un pequeño poema titulado “La librera”:
Somo si tuviese don de lenguas
la librera adivina en el rostro de cada lector
el libro que se proyecta en cada uno.
La librera ensanchó una herencia
vivió un paso por delante
sin perder de vista el pasado
en esa feliz contradicción
discurrió una vida entusiasta y perseverante.
La librera sabe que leer un libro
supone siempre un orificio en la oscuridad.
