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Pedro Rodríguez Cortés

Un pionero en la lucha contra las pandemias

En el bicentenario del nacimiento del doctor Ildefonso Martínez

El pasado mes de abril fue pródigo en bicentenarios de nacimiento de varias personalidades asturianas. Hace unos meses recordábamos la eminente figura del doctor Faustino García Roel. En el mismo mes y año –1821– nacía en Cabañaquinta un personaje de leyenda: el matador de osos “Xuanón de Cabañaquinta”, acompañante de ministros y del propio Alfonso XII en sus cacerías. Hoy nos referimos a otro bicentenario de nacimiento –también en el mes abril– de un héroe contra la pandemia de cólera en 1855, en la que acabó falleciendo, truncándose así una brillante carrera médica a los 34 años : Ildefonso Martínez, nacido en Benia (Onís) el 19 de abril de 1821.

Miembro de una modesta familia de Benia, su padre se instaló en Madrid, trabajando en una taberna en la que el propio Ildefonso actuó de dependiente, al tiempo que lo compatibilizaba con sus estudios. Después de cursar el bachillerato, Ildefonso se matriculó en la facultad de San Carlos para iniciar la carrera de Medicina, doctorándose en el año 1844.

Al año siguiente de doctorarse ya publicó, en colaboración con otros colegas, la traducción de “Lecciones orales de clíníca quirúrgica” de Dupuytren y empieza a colaborar en revistas de Medicina con el seudónimo de “Bachiller Encina” y “El Doctor Palomeque”. Su “Filosofía Médica” y la monografía “De la Pelagra” ya aparecen en Madrid, en 1848. Posteriormente, seguiría publicando hasta 26 libros y tesinas médicas, recogidas años después por Fuertes Acevedo en su “Bosquejo Biográfico”.

En 1850, Ildefonso oposita a una plaza de médico del balneario de Buyeres (Nava) y aunque obtiene el nº 1 no se le adjudica la plaza y al año siguiente se le destina a otro balneario en Vallús (Valencia), donde ejerce la dirección del mismo hasta 1854, año en elque se le permuta la plaza por la de Buyeres. Aquí pasó la temporada de verano de 1855 y cuando se disponía a regresar en septiembre a Madrid, se desata la epidemia de cólera en Oviedo y es “llamado para prestar asistencia facultativa en ésta ciudad con ocasión de le epidemia de cólera de 1855 y falleció en la misma en cumplimiento del deber”. Asi figura el texto cuando se le otorga la calle que sustituye a Salsipuedes el 28 de diciembre de 1895.

En su lucha en primera línea contra la pandemia, Ildefonso aún tuvo tiempo de publicar una “Cartilla popular higiénica y terapéutica del cólera morbo asiático”, por la Comisión Facultativa de la Junta Provincial de Sanidad. Ildefonso es pronto afectado por la epidemia y fallece el 26 de setiembre de 1855. Enterrado en el cementerio de San Cipriano, el Ayuntamiento colocó una lápida con la siguiente inscripción “A la memoria de Ildefonso Martínez, Médico distinguido que murió el 26 de setiembre de 1855, víctima de su celo, abnegación í caridad cristiana, asistiendo a los enfermos coléricos de ésta capital”

En 1920 se le concede sepultura perpetua en el cementerio de San Salvador, haciéndose seguidamente la solemne traslación desde la capilla de la Universidad. en un año casi coincidente con el centenario de su nacimiento, 1821.

No estaría de más que el Colegio de Médicos recordara éstas efemérides y les ofrezca un sencillo homenaje a las figuras de García Roel e Ildefonso Martínez en los bicentenarios de sus nacimientos.

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