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Javier Cuervo

De toda la vida de Oviedo

Javier Cuervo

Diez minutos de anuncios en “Polar Express”

La ola de coronavirus acosa la doble Navidad programada para los comerciantes por el Alcalde Luz

Ómicron se precipita y pone en peligro las navidades de 2021, cuando Oviedo programó tenerlas todas: la norteña de Santa Claus y la sureña de los Reyes Magos. Del lejano Oriente a la boreal Laponia, póngame tres viejos sabios y un santo gordo, tronos y trineo, camellos y renos, pajes y elfos y que lleguen para el 24 de diciembre y el 5 de enero.

Navidades, las grandes fiestas de los niños se duplican en Vetusta, ahora Oviejo, donde en 2020 murieron 2.545 ovetenses y nacieron 1.229 niños, la mitad.

Bilbaínamente, los ovetenses nacen donde quieren y quizá donde menos sea en Oviedo que, desde hace más de 25 años, expele a buena parte de su población en edad fértil para que trabaje por el resto de España y extranjero. Los nietos en Oviedo son hijos de leyendas urbanas: aparecen en Navidad y en seguida desaparecen, como la rubia de la curva.

Los ovetenses del futuro identificarán a sus abuelos con las luces de navidad, que siempre estuvieron ahí, pero nunca como ahora. Los abuelos de Oviedo, calor de hogar y luces de la calle, serán los más consentidores porque la municipalidad pone una vela a Santa Claus y otra a los Reyes Magos en apoyo a los comerciantes. Cuando los niños de hoy esguilen por la adolescencia y estén vistiéndose para San Silvestre, el siguiente Canteli anunciará la próxima celebración del año nuevo chino en ayuda al ocio nocturno.

Luces de navidad en Oviedo MIKI LOPEZ

Las cosas son lo que parecen y el tránsito cogollal va de la Escandalera a Milicias Nacionales, de los asturcones andaluces de Unicaja Banco al coche patrulla del 092 que estaciona frente a La Jirafa después de patrullar a velocidad de carrusel infantil, sembrar la tranquilidad y regar los votos.

Esos cien metros de tiendas internacionales, inditexanas, farolas mortadelo disfrazadas de árboles de colores, esa bóveda de cañón de estrellas, firmamento brilli-brilli bajo el que pasan niños con globos chiribiteros, vecinos con compras y fotógrafos de teléfono envueltos en el papel de regalo de una música de batalla astral de Marvel Studios y cencerrada de reno, crean un ambiente de experiencia comercial 3D, un mall descapotable, que te hace sentir en los últimos 10 minutos anuncios de Antena 3 cuando emiten “Polar Express”.

Con el fondo musical y el decorado, el paseo es un plano secuencia para la niña que salta, las chicas que caminan de puntera, el señor tan alto del sombrero y los grupos detenidos a tapar la calle que no pase nadie, tal como encandila a Canteli, el Alcalde Luz, con su ojo bancario que mira las manos, maravilla de la evolución humana para comprar y cargar bolsas de tiendas. Canteli rememora el tiempo de los depósitos que entraban en la sucursal al final de la mañana.

Nietos de paso, hijos de leyendas urbanas, niños que vais a la luz: los reyes son las tiendas.

–Oviedo ta muy guapo, muy guapo.

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