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antonio masip

Con vistas al Naranco

Antonio Masip

Irse a Madrid

Reflexión y vista atrás sobre cómo se ha negociado en la capital del Estado

Teodoro López Cuesta, Rector de la Universidad, siendo yo Consejero de Educación y Cultura, me localizó de mañana en un Hotel de Madrid exigiendo suspendiera otra reunión para acompañarle a ver al Ministro Federico Mayor Zaragoza, donde pretendía que antes de cesar firmase la idoneidad de la Universidad de Oviedo, todavía con Campus en León, para acoger el INEF (Instituto Nacional de Educación Física). Al llegar al Ministerio, en la cá Alcalá, de los castizos chelis, y, como quiera que hubiese registros, Teo, en gesto aparentemente espontáneo, dijo al uniformado conserje:

—¡Cómo se atreve a solicitar el DNI al ministro de Asturias!

—Perdone, don Teodoro, no lo conocía, ¡son las normas!

Ya en el antedespacho, a las reticencias de las secretarias con que no estábamos en la agenda, Teo dio a cada una, impostado énfasis ritual, sendas cajas de tres cuartos de kilo de bombones de Peñalba y entramos a ver a Federico, con el que el teatrero rector sacó una larga sábana respondiendo a mi inquietud sobre su objeto con gesto de supuestos cómplices:

—(Es) para enjugar lágrimas si no nos coneden el INEF.

Doy fe.

Han pasado cuarenta años, el INEF está a punto de ponerse en la Universidad con nueva diatriba en cuanto a ubicación; de la Vega y de la antigua Ciudad sanitaria, sé poco, salvo las traiciones a 55 trabajadores y a Buenavista… ¡Y absolutamente nada de la Fábrica de Gas! En urbanismo hay que generar ideas luminosas, aprovechar el estado actual y conjugar tensión y cambio con audacia/renovación/prudencia.

En breve tiempo municipal, convertimos el Cuartel de Milán en Facultad de Humanidades y 14.000 metros cuadrados de zona verde, el canódromo en pistas de atletismo y piscinas, el agujero de Sedes en Consejerías, Juzgados y otros equipamientos, el vertedero, en campo deportivo, la ruina del Deán Payarinos en Conservatorio, los restos del Corral de Comedias en Biblioteca Pérez de Ayala, la cumbre militarizada del Naranco en zona verde, la caja del ferrocarril en pista finlandesa, el Hospital Militar, matadero y casa cuartel de Guardia Civil, integrados en el callejero, la renovación de los Circuitos de agua sin apenas molestias vecinales, del Campoamor cinesmatográfico a teatro emblemático, las ubicaciones de HUCA, estación de autobuses, ciudad camionera, Auditorio, depósitos inutilizados en parques y centros culturales, con vesánica marginación posterior del arquitecto Moneo…

LA NUEVA ESPAÑA bien insiste: “Irse a Madrid”.

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