El Ciclo Interdisciplinar de Música de Cámara de Oviedo (CIMCO) terminó su primera edición con uno de los más brillantes solistas de guitarra de la actualidad. Pablo Sáinz-Villegas visitó Oviedo para ofrecer en una abarrotada sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe un recital con la música de tres de los más relevantes compositores del siglo XIX: Granados, Tárrega y Albéniz.
Nos quería mostrar, como reza el título que también es el nombre de su disco publicado en 2020, “el alma de la guitarra española”. Para ello el solista buceó en el patrimonio musical español más ligado al folklore como inspiración. Propuso Sáinz-Villegas un viaje, un viaje por distintos lugares que estaban acompañados de la música de su guitarra, pero también de textos de José Saramago, Juan Ramón Jiménez, Pedro Garfias y un texto tradicional nazarí, todos ellos bellamente recitados por Carmen Bécares. La puesta en escena la completaba una iluminación intimista y minimalista que ayudó a mantener la atención en la virtuosa actuación del intérprete.
El trayecto que traían ambos concebía una actuación sin interrupciones, tan siquiera por parte de los aplausos del público. El deseo no se cumplió del todo, y las toses del público despertaron un pequeño revuelo que interrumpió momentáneamente el evento. Sin embargo, el solista supo sobreponerse y terminar su recital.
Durante hora y media Sáinz-Villegas mostró un absoluto dominio del instrumento y una impecable técnica con una interpretación que arrancó una gran ovación al público. Una manera sobresaliente de terminar el primer ciclo CIMCO que parece que llega para contribuir a dinamizar la vida cultural ovetense.
