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José Luis Álvarez Almeida

Este San Mateo es bonito y es el bueno

Sobre el nuevo modelo de las fiestas ovetenses

Todo en la vida se puede mejorar, muestra de ello es que las fiestas de San Mateo han mejorado, pero deben de seguir mejorando y deben evolucionar. Por eso hay que corregir horarios, poner orquestas en zonas festivas y otros detalles, pero el modelo es eficaz, ofrece calidad y genera empleo

Las personas, muchas veces, no tenemos tiempo para recordar lo que ocurrió en el pasado. Es curioso que nuestra memoria solo sea capaz de recordar lo inmediato, lo que ocurrió recientemente. Posiblemente el ejemplo más claro lo tengamos con la pandemia que apenas recordamos lo que pasamos, lo que sufrimos, lo que perdimos y lo que nos está costando salir adelante.

Cuando se habla de San Mateo parece que se nos olvida que durante más de 35 años las fiestas de San Mateo estuvieron generando un «rendimiento económico» solo a algunos partidos políticos. Y eso ocurrió con distintas corporaciones, con gobiernos de todos los colores, opciones y conjunciones políticas posibles.

Fue un alcalde socialista, primero, quien implantó ese modelo de San Mateo. Después, un alcalde del PP siguió esa tradición y el mismo modelo. Finalmente, llegó un tripartito de partidos de izquierdas, que no hizo otra cosa que reforzar el apoyo a los partidos políticos que tenían chiringuitos en San Mateo.

Y el de los chiringuitos políticos es un modelo construido desde la «colaboración asociativa», desde la no contratación de quienes los atienden, desde la no regulación y desde el amiguismo.

Durante estos 35 años de chiringuitos políticos no había contrataciones de personal, ni se daban de alta en la Seguridad Social, porque a los trabajadores se les consideraban «colaboradores». No se contribuía con los impuestos. No se ticaban las consumiciones, no había máquinas registradoras. Solo existía el cajón. Y durante aquellos 35 años, todo lo ponía el Ayuntamiento: la música, la limpieza, la vigilancia…

Cuando desde Otea, con el gobierno municipal de Agustín Iglesias Caunedo, hicimos aquella primera propuesta de Gastromateo en el paseo los Álamos, logramos poner la primera piedra de lo que hoy es parte de estas fiestas de San Mateo.

Supuso mucho trabajo. Soportar presiones, resolver dificultades y mucho esfuerzo. Fue gracias a ocho valientes hosteleros, sin ningún tipo de contrapartida, y con el objetivo común de ayudar a las fiestas de San Mateo y que fueran desarrolladas por hosteleros profesionales. Buscábamos lograr un hueco con los partidos políticos que estaban usurpando nuestro espacio de venta y nuestra colaboración con las fiestas y la ciudad.

Los hosteleros en ningún momento nos atrevimos a sustituir a los chiringuitos de San Mateo sin mostrar primero un modelo que funcionase y que fuese coherente con la ciudad.

Nos fuimos a Santander, a San Sebastián, a Valladolid, a Logroño y a otras ciudades donde descubrimos que había un modelo de casetas explotadas por los profesionales de la hostelería, con trabajadores del sector, y que ese modelo funcionaba. Los estudiamos y los mejoramos en algunos aspectos.

El resultado fue Gastromateo que fue una auténtica revolución en las fiestas de San Mateo. Demostramos que podía haber unas fiestas de día, que no todo tenía que ser la noche para que también los ovetenses y visitantes pudieran disfrutar de sus fiestas al mediodía y por la tarde, lo mismo que se hacen en otros lugares de España. Aquel modelo funcionó.

Después llegó el tripartito, que no se atrevió a eliminar las casetas hosteleras que los propios ovetenses habían aplaudido y defendido; pero giraron hacia un modelo de intervencionismo gestionado desde la facción de Podemos del gobierno municipal, que era la que en esos momentos llevaba la batuta en materia de turismo en el Ayuntamiento.

Y llegamos al modelo que tenemos en estos momentos, liderado por un valiente alcalde que decide poner orden en la situación, eliminando los chiringuitos políticos y cediendo su espacio para las auténticas asociaciones, que creemos que deben seguir teniendo ese espacio tan merecido. Este alcalde le da un vuelco a la ciudad e implanta un modelo de casetas regentadas por profesionales hosteleros que tienen sus negocios abiertos durante todo el año, manteniendo a sus familias y creando puestos de trabajo estables.

Un modelo donde todas las personas que trabajan son contratadas, con todos los beneficios que ello acarrea. Pensemos que, si este año hay 40 casetas, y en cada una de ellas se contrata a una media de 3 personas (y seguramente sean más), estamos hablando de 120 nuevas personas contratadas. Unos tendrán mucha experiencia, otros será su primer contacto laboral. Todos ellos dirigidos por profesionales, para que, con su empeño, su dedicación y su compromiso, los ovetenses y los visitantes disfruten del mejor servicio en las fiestas de San Mateo.

Es cierto que los hosteleros nunca nos conformamos con lo que tenemos. Siempre buscamos mejorar, obtener la máxima rentabilidad. Y siempre hay espacio para la mejora.

La concejala de festejos ha mejorado muchas cosas. Ha establecido el recinto de La Ería, donde se ha demostrado que por su tamaño y amplitud es un lugar eficiente para los grandes conciertos. Hay aspectos que pueden mejorarse como los horarios. Nosotros desde el propio sector habíamos pedido que estos conciertos empezasen a las 8:00 de la tarde para que pudiesen acabar entre 10 y 10:30 y eso permitiese que las 7.000 o 10.000 personas que acuden todos los días a La Ería pudiesen bajar a cenar en los establecimientos de hostelería que tenemos en toda la ciudad.

Hay cosas que cambiar, pero hacerlo para mejorar. No para destruir. El modelo de casetas hosteleras tiene futuro. No debemos dar pasos atrás. Como recordé, hace años los hosteleros demostramos que hay un modelo de calidad. Hoy, pese que algunos crean que esto no está ocurriendo, tenemos unas grandes fiestas de San Mateo donde hemos visto a muchos disfrutando de los mejores conciertos, sin aglomeraciones.

Tendremos que mejorar los horarios de las casetas. Es necesario que se programen orquestas populares en las zonas de fiesta como el Bombé y en el casco antiguo, que tiene volver a ser el centro de las fiestas y de los Ovetenses. Tenemos que recuperar ese espacio festivo. Si el Bombé y La Ería son un éxito debemos recuperar los espacios del Antiguo con orquestas de pequeño formato, debemos tener música en vivo durante todo el día en nuestras plazas y terrazas. Oviedo tiene que vivir el Gran San Mateo de Día.

Pero esta necesidad de mejora no puede empañar el gran trabajo que se ha realizado desde el Ayuntamiento con el alcalde Alfredo Canteli a la cabeza, que ha permitido cambiar un modelo de fiestas instaurado desde hace más de 35 años en los que nadie se atrevió a poner orden.

Hemos tenido unas grandes fiestas. San Mateo tiene que ser la gran fiesta de día y dejar la noche para los locales de ocio nocturno a los que cada día les cuesta más ser rentables y mantener el empleo. Por eso felicito al alcalde y a todo su equipo por el trabajo desarrollado en estas fiestas de San Mateo. Y tengo la seguridad de que se pueden mejorar para el año 2023. Los hosteleros de Oviedo nos ponemos a disposición del ayuntamiento para colaborar en ello.

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