El Campoamor se viste de largo

El viernes 16 estábamos de celebración en el Teatro Campoamor. El treinta aniversario de la Gala Lírica mantuvo cautivado al público durante más de dos horas, en las que el tenor José Bros y la soprano Beatriz se lucieron con un exquisito repertorio acompañados por la Oviedo Filarmonía, atinadamente dirigida bajo la firme batuta de Oliver Díaz. La efeméride era triple, ya que además de las tres décadas del evento, sino que tenor y soprano celebraban respectivamente su treinta y veinte aniversario en las tablas del teatro ovetense.

Para tan destacado acontecimiento, y como no podía ser de otra manera, el repertorio con el que deleitaron a todos los asistentes fue de primerísimo nivel. La gala se dividió en dos partes, la primera dedicada a la ópera y la segunda centrada en la zarzuela, cada una de ellas con una apertura y un intermedio instrumental. Quedaba así el repertorio dividido en cuatro partes que los cantantes se repartieron por igual, cantando cada uno una pieza de manera individual y culminando con un dúo para dar paso a la orquesta. Las piezas escogidas daban buena cuenta de la amplitud del repertorio lírico con el que cuentan ambos intérpretes, sabiendo cambiar de registro y adaptarse a los modos y afectos que cada pieza requería. Ambos intérpretes hicieron un formidable trabajo, y brillaron especialmente en la segunda parte dedicada a la zarzuela, donde el público les agasajó tras cada pieza con cálidos aplausos y algún que otro bravo entusiasta. La excelente actuación de Díaz y Bros no habría sido posible sin la diligencia con la que Oliver Díaz condujo la orquesta, sabiendo acompañar en todo momento a los solistas.

Para hacer la noche todavía más especial el director fue el encargado de desvelar la sorpresa preparada para Díaz y Bros: la proyección de un vídeo que resumía toda una carrera construyendo Teatro Lírico en Oviedo. Los homenajeados, visiblemente emocionados, agradecieron a público, personalidades públicas e instituciones pertinentes el hacer posible la existencia de espacios como el que nos ocupaba el viernes, donde celebrar el patrimonio musical. Y, como broche de oro, agradecieron al público de la forma que mejor saben, con tres bises.

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