AL FINAL DE LA SEMANA

Un año crucial para Oviedo

Los retos que afronta la capital asturiana en 2023

Álvaro Faes

Álvaro Faes

Adiós a la Navidad, entendida como tal ese mes largo y embriagador pleno de luces, música, gasto, alegría, acaloramientos familiares y niños sobreexcitados. Mañana llegará esa sensación de vacío, de vuelta a la rutina y, con ella, el regreso de las preocupaciones rutinarias, apartadas a un lado por unos días. Y también los retos y las ilusiones. Oviedo deja atrás unas fiestas optimistas. Las calles llenas, mucho consumo y familias retornadas alegraban la ciudad. Ahora toca remangarse para afrontar un año fundamental. La ciudad está en la rampa de salida para subirse a la ola del futuro.

Un año crucial para Oviedo

Un año crucial para Oviedo / Álvaro Faes

Oviedo ya sabe que tiene poco margen de error este año para el diseño de la nueva entrada a la ciudad. Si quiere retener los fondos Edusi conseguidos, ha de acelerar sin la mínima demora en las obras. Ya ha comenzado, de forma testimonial, la de la rotonda de la Cruz Roja. Todavía esta misma semana quedó adjudicada la del llamado margen derecho (de salida) de la antigua "Y", con un largo parque lineal que remata el "tobogán" de Manterola para coser la brecha de Guillén Lafuerza que propició la propia construcción de la autovía. Y, todavía sin adjudicar, la obra de la nueva rotonda de distribución del tráfico, a la altura del Palacio de los Deportes. El reto es de órdago: llegar a final de año con todo resuelto. Entre medias, un periodo electoral que, ciertamente suele ayudar a lanzar obras y proyectos, aunque también implica cierta parálisis política en los meses previos.

Mientras tanto, en La Corredoria ha crecido en silencio, hasta encontrarse prácticamente acabado, el edificio del IPLA, punta de lanza de la milla de la bata blanca, ese incipiente polo de investigación sanitaria que encabeza, desde La Cadellada, el HUCA.

En La Vega, se cuentan los días para la firma definitiva del convenio de reversión del solar de la antigua fábrica de armas a la ciudad. Ahí debería nacer el motor de Oviedo para las próximas décadas, un polo tecnológico generador de empleo y dinamizador de la Economía.

Y hay brotes verdes en una de las zonas que ahora sufren. Paso a paso, poco a poco, la reapertura de lo que fue el centro comercial del edificio de Calatrava está más cerca. El Ayuntamiento recuperará dos de sus plantas y una tercera quedará para su gestión por parte del fondo suizo dueño del espacio, que así podrá pagar el IBI (al menos una parte) pendiente. La idea es ligar esos dos pisos al Palacio de Congresos de la parte superior y que Oviedo se beneficie de ferias profesionales y reuniones que, además, darían algo más de vida a una zona que se ha venido un poco abajo desde la marcha del HUCA en 2014.

Todo esto son realidades que están sobre la mesa y que deberían resolverse este año para evitar que Oviedo caiga en la desidia y el pesimismo. El futuro está ahí, esperando a que los ovetenses se suban llenos de entusiasmo.

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