Crítica / música

Un retorno triunfal

José Ramón Méndez protagoniza un brillante recital en el ciclo de la Sociedad Filarmónica de Oviedo

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

Cuarenta años después de su primer y único recital en la centenaria institución ovetense, el pianista José Ramón Méndez, regresó el martes a la Filarmónica para ofrecer un recital de piano donde quedó patente el gran nivel del músico, de origen leonés aunque criado en Asturias. La primera mitad nos dejó un Méndez concentrado, sencillo e imperturbable ante algunos ruidos de la sala. El "Preludio, fuga y variación" de César Franck (original para órgano, aunque transcrita para piano por Harold Bauer), dejó momentos de gran colorido gracias a la fusión del sonido y a la pulsación limpia del intérprete. Las "Variaciones sobre un tema de Corelli" (S. Rachmaninov) fueron un compendio de virtuosismo y técnica siempre en favor del discurso musical, dominando cualquier registro del piano y dotándolo de una expresividad muy particular.

La segunda parte, igualmente ejecutada de memoria, dejó para el recuerdo unas "Variaciones en Fa menor" de Haydn, interpretadas magistralmente por Méndez, mimando con especial atención el fraseo y moldeando cada invocación del tema con exquisito mimo, características aplicables al "Estudio en si bemol menor" de Szymanowski, pródigo en matices a manos de Méndez. El "Nocturno en re bemol mayor" de Chopin fue uno de los momentos más emotivos de la velada. El pianista de origen leonés supo imprimir una gran expresividad a cada pasaje, con un sonido etéreo y cierta sensación de fluidez que contribuyó a generar una atmósfera cálida e intimista. "El Pelele" (Granados) fue el resumen ideal a un recital técnicamente sobresaliente que culminaría con la inesperada propina de "Por un puñado de dólares" (Morricone).

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