Crítica / Música

Una velada irrepetible

Una Alice Sara Ott inmensa deja al público ovetense con ganas de más

Alicia Pajón

Alicia Pajón

El Auditorio Príncipe Felipe se llenaba el sábado ante el nuevo concierto de las Jornadas de Piano que iba a traer por primera vez el prodigio de Alice Sara Ott. Y no era para menos. La pianista germano-japonesa dejó boquiabierto a un público entusiasta que pudo disfrutar no solo de su destreza sino también de una gran actuación de la Oviedo Filarmonía, guiada por la clara y sólida batuta de Shiyeon Sung.

La velada comenzó homenajeando a Clara Schumann a través de la mirada de Augusta Read Thomas, una pieza para orquesta de cuerda cuidadosa y delicada con un universo sonoro flexible y evocativo que conecta con la musicalidad de la alemana. Para continuar con el protagonismo femenino, tras ello llegó el plato fuerte, con una inmensa Ott que supo captar a la perfección el espíritu circense e intenso del concierto para piano y orquesta de Ravel. La precisión de la solista no dejaba de lado una interpretación intensa y apasionada, que supo trasmitir al público todo el calor de la pieza. Las manos de Ott saltaban una sobre otra, cambiaban de posición con una enorme gracilidad, haciendo parecer sencillos los pasajes virtuosos y mostrando el porqué de su brillante reputación. El entusiasmo del público se hizo notar, y ella recompensó a los allí presentes con un cambio de registro, entregándose a la delicadeza de la Gnossienne n.º1 de Satie para el bis.

El listón quedaba alto en la primera parte, pero la Oviedo Filarmonía y Shiyeon Sung supieron mantener el nivel con dos piezas tan parecidas como opuestas. Parecidas por ser música dedicada al ballet, compuestas en la primera mitad del siglo XX. Distintas por ser dos piezas totalmente distintas en lo sonoro. La primera, Fancy Free de Bernstein, es una música casi cinematográfica, un diálogo entre los instrumentos de la orquesta que supieron milimetrar a la perfección. La segunda, El Pájaro de Fuego, una pieza compleja rítmicamente que muestra la versatilidad del conjunto y, como ya mencionábamos, el buen hacer de la directora. Una velada irrepetible que dejó con ganas de más.

Suscríbete para seguir leyendo