El peor negocio del mundo

Las valiosas lecciones de Luis Bobes para la supervivencia del pequeño comercio

Carmen Moreno

Carmen Moreno

El pasado lunes asistí a la presentación del ensayo novela "El peor negocio del mundo", escrito por Luis Bobes, comerciante de Oviedo, titular de la Sombrerería Albiñana, un comercio histórico, que se fundó en 1924 y que Luis ha hecho crecer innovando en productos pero, sobre todo, en servicios, adaptándolo a las necesidades de su clientela y llevándolo al selecto grupo de empresas que han conseguido un Premio Nacional de Comercio.

Su libro analiza realidades muy comunes en las pequeñas empresas de comercio, con un gran sentido del humor, creando personajes llenos de humanidad con sus temores, sus miedos al cambio, su resistencia a las novedades, su búsqueda de culpables en los demás y ofreciendo en cada capítulo sugerencias para tener un buen comercio y hacer un buen negocio.

El peor negocio del mundo

El peor negocio del mundo / Carmen Moreno

Dice Luis al inicio de su libro que no contiene fórmulas mágicas, porque no las hay y que se necesita un poco de inspiración y un muchísimo de "transpiración". Esta sinceridad es arrolladora. En estos tiempos que se prometen soluciones fáciles y sin esfuerzo, reglas de cinco puntos para triunfar, Luis, con su conocimiento y experiencia, nos enfrenta a la realidad con contundencia: los comercios han de tener una estrategia y ser coherentes con ella.

Nos decía el autor en su presentación que un negocio que quiera competir en producto, en un entorno como el actual en el que hay una sobre oferta, lo tiene realmente complicado. Hace algunos años, tener el producto era ya un éxito, pero ahora la clientela tiene a su disposición un catálogo entero de productos sin moverse del sillón de su casa. Los comerciantes tienen que situar a las personas por delante del producto, convertirse en solucionadores de problemas, saber lo que la clientela demanda y adecuar la oferta para ofrecer soluciones. Ahora, los negocios deben construir su estrategia basándose en un porqué, en qué problemas solucionarán a esa clientela. Y una vez definido ese porqué construir toda la estrategia de negocio, incluida la comunicación en la red, la gestión del punto de venta y la atención al cliente.

Durante el tiempo de esta presentación escuchamos las fundadas ideas del autor sobre la digitalización y el uso de las redes sociales, sobre la competencia digital y sobre el futuro del sector comercial. En todas sus respuestas emana su espíritu crítico e inquieto de quien no da nada por sentado, de quien se cuestiona la realidad y las novedades del mercado con pasión y sin tener miedo al cambio y, al mismo tiempo, con la serenidad del empresario formado y experimentado que conoce bien a quién le soluciona problemas y cómo.

Y al terminar, en una sala llena y entusiasmada, me convencí una vez más de que el comercio puede ser el mejor negocio del mundo si sabemos aprovechar el conocimiento que Luis nos regala en este libro.

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