Opinión | Crítica / Música
Un piano para soñar
El notable recital del argentino Broggi con obras de su tierra
La Sociedad Filarmónica de Oviedo sigue apostando por un repertorio sugerente y poco convencional para conformar una programación heterogénea que devuelva al público al teatro de la calle Mendizábal. El pasado miércoles, el pianista Franco Broggi llevó a cabo un entrañable concierto que transportó a los asistentes a tierras argentinas a través de piezas de compositores como Guastavino o Ginastera.
El recital se inició mediante el primer cuaderno de los "Aires nacionales argentinos" de Julián Aguirre, una obra que recuerda el repertorio pianístico Romántico español del último tercio del siglo XIX encarnado en figuras como Eduardo Ocón. Broggi supo imprimir el carácter necesario que demanda cada pieza, sobresaliendo en "Triste número 1" –de cierto aire nostálgico, potenciado por los retardos en las resoluciones armónicas– y en "Triste número 5", íntimo y delicado, con un fraseo ajustado y un volumen contenido como si de una canción de cuna se tratara.
El estreno de la "Gauchesca" (de Hugo Fernández Languasco) fue uno de los momentos más especiales de la velada. La obra, con un trabajo incesante en la mano izquierda que Broggi ejecutó con precisión y cuidado, resulta interesante para observar cómo el compositor se sirve de un particular tratamiento de la textura para revestir la pieza, tiñéndola de una gran expresividad.
La "sonata en do sostenido menor" de Guastavino cerró la primera mitad. Si bien el compositor nacido en Santa Fe es más conocido por sus obras para voz y piano, posee una vasta producción donde se tocan un buen número de géneros. En esta pieza sobresalió el segundo movimiento: un scherzo (invirtiendo el orden clásico) enérgico y poderoso de gran fuerza dramática y expresiva. El intérprete también desplegó un trabajo notable en la fuga, compuesta sobre la melodía popular "Viniendo de Chilecito", con cada una de las invocaciones del tema perceptibles y una emisión cuidada favorecida por la limpia pulsación de Broggi.
Las "Estampas" de Fernández Languasco encierran cierto poso chopiniano, de gran lirismo en sus melodías y con unos giros rítmicos que le confieren mayor interés. La "suite de danzas criollas" (Ginastera) sigue una estética parecida, repleta de síncopas y un color muy atractivo que se explota en los diferentes registros del piano, con un número final vistoso y espectacular –donde Franco Broggi se mostró seguro y muy delicado– que completa su eclecticismo.
El concierto finalizó con el "Romance de Cuyo", donde Franco realizó algunas inflexiones de tempo que subrayaron aún más el carácter bailable de la pieza, y las "Danzas argentinas" de Ginastera, abordadas de forma sutil y convincente por el pianista, muy correcto técnicamente a lo largo de la velada.
Suscríbete para seguir leyendo
- El 'Booking' de la paquetería española opera desde el centro de Oviedo: del primer envío por 12 euros a facturar 23 millones al año
- Volvería a hacerlo mil veces, la situación era irreversible', dice la médica acusada de darle paliativos a una mujer en Oviedo sin intentar salvarla
- El director médico del hospital defiende a la doctora acusada de dejar morir a una paciente en Oviedo: 'Hizo lo que había que hacer
- El 8x8 fabricado en Trubia (Oviedo) pasa pruebas de fiabilidad antes de la reunión entre la Ministra e Indra
- El Calatrava de Oviedo, en la gran pantalla: salen a la luz las primeras imágenes de la película 'Los Cuatro Fantásticos', rodada en parte en Asturias
- Los ingenieros que diseñan las nuevas peatonalizaciones de Oviedo (entre otras muchas cosas)
- El desarrollo de La Manjoya despega con la venta de los primeros chalés y esta es la previsión para empezar a construir
- La estación de tren de La Corredoria empieza a vender billetes de AVE (y ya son siete en toda Asturias)