Opinión

Desde su ambón

Desde su primera pluma estilográfica, desde aquella original y antigua máquina de escribir y, último presuntamente, ordenar, don Evaristo Arce sorprende a todos sus seguidores, lectores y amigos con su fallecimiento el pasado día 12 del corriente mes de febrero, miércoles.

Como algo rutinario, nada más despertar abro mí tableta y echo una ojeada a la portada de LNE y, observo al pie de la misma una reseña, con foto incluida, destacando el fallecimiento de don Evaristo Arce y más adelante toda una serie de reconocimientos de compañeros de profesión, amigos que señalan las vivencias junto a él, que van describiendo con cariño ese recorrido a su lado de una u otra forma. Lamento no haberle conocido personalmente, aunque sí un lector de sus artículos y pareceres, teniendo en cuenta que ambos somos casi de la misma edad, ya que tengo 81 años, como diría mi abuelo Fausto, bien cumplidos y, Dios mediante, en abril pretendo cumplir los 82.

Así que hoy, como siempre tarde, quiero dejar mi reseña en LNE, su periódico y también un poco mío, el recuerdo de don Evaristo, haciendo extensivo mi profundo pésame a su familia, amigos y compañeros de profesión.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents