Opinión | Un proyecto de largo recorrido y gran repercusión regional

Capitalidades en liza

Oviedo tiene la oportunidad de provocar con su candidatura una conversación enriquecedora sobre el nuevo liderazgo cultural en Asturias

Oviedo, la ciudadanía ovetense, con Asturias entera de la mano, tienen la oportunidad de abordar la gran transformación cultural que acompaña a un reto mayúsculo; un cambio de paradigma que, si se consigue articular, puede significar un antes y un después para la política cultural pública y transformar la totalidad de la esfera de la cultura en nuestra comunidad.

Capitalidades en liza

Capitalidades en liza

El Consistorio ovetense, tras su experiencia fallida de la candidatura a la Capitalidad Cultural europea de 2016, viendo la incapacidad del Ayuntamiento gijonés y su total abandono de cualquier pretensión de liderazgo cultural, se ha hecho depositario y asumido la puesta en marcha de una nueva candidatura, que anuncian abierta y colaborativa para todo el territorio autonómico. Momento excepcional para edificar desde este relato, aprovechando su fuerza de cohesión, no solo un proyecto fuerte, capaz de ganar el concurso ya convocado por el Gobierno de España, sino dispuesto a definir y asentar una nueva energía cultural para la Asturias de la próxima década. Siempre que su programa se construya a través de fórmulas de gestión generadoras de consensos, mucho más allá de lo estrictamente cultural.

Sabemos, por la experiencia de las numerosas capitalidades que han aprovechado con éxito el proceso, que se trata de partir de un discurso en el que todas las partes a las que se desea implicar se sientan razonablemente concernidas. Un relato de un Oviedo y una Asturias abiertos, plurales, generosos, igualitarios, orgullosos de su pasado y su presente, con espíritu solidario y a la vez con voluntad competitiva, de liderazgo cultural en la comunidad y fuera de ella, con una identidad forjada en torno a esos elementos de unión que nos identifican. Un compromiso con objetivos que van más allá de la consecución o no de la candidatura.

¿Qué es la Capital Europea de la Cultura?

La marca de la Capitalidad Europea de la Cultura es, según los estudios de la propia Unión Europea, la más reconocida y prestigiada de todas las marcas culturales continentales. Un concurso que se celebra desde 1985 para celebrar la oferta cultural de las ciudades de Europa. Cada año se eligen dos ciudades de dos países que van rotando. Es decir, en 30 años España sólo podrá tener una Capital Europea de la Cultura dos veces.

2031 es la primera de ellas. El título es el broche final a un proceso de transformación profunda de la calidad y diversidad del capital cultural local y actúa como un foco de atención, destacando y aumentando el perfil de la ciudad y su cultura ante la comunidad local y atrayendo a nuevos tipos de visitantes y turistas.

¿Por qué presentarse?

El concurso de la Capital Europea de la Cultura ofrece la oportunidad de reposicionar a Oviedo y a Asturias en Europa y elevar nuestro perfil a nivel internacional; abordar los problemas; superar los retos y generar una cantidad sustancial de inversiones en cultura, arte, educación e infraestructuras. La candidatura impulsará la participación de residentes y comunidades al tiempo que fomentará el talento creativo de las futuras generaciones. Debe ofrecer la oportunidad de transformar el lugar que ocupan la cultura y las artes en el corazón y espíritu de la ciudad y de Asturias entera. Ese proceso de la candidatura, más allá del premio, será una experiencia transformadora que contribuirá de forma significativa a un mejor futuro.

Estrategia cultural

Para poder presentar la candidatura y, en última instancia, ganar el título, es necesario contar con un documento, consensuado en lo posible, en el que se recojan las ideas motoras del proyecto y un conjunto de momentos articuladores del proceso. Una estrategia estrechamente vinculada a las ambiciones de desarrollo de la ciudad, de acuerdo con los criterios del concurso. Con un equipo de profesionales de cultura, el deporte, los programas sociales y otras áreas, que habrá de diseñar los planes de transformación de la estructura y funcionamiento de los servicios culturales como parte integral del proceso de elaboración de la propuesta de contenidos de la candidatura.

Ello significará la puesta en marcha y resolución de dotaciones de equipamientos y recursos humanos, entrenados en derechos culturales y participación ciudadana en la vida cultural; también de fórmulas eficaces para el crecimiento y consolidación de las industrias culturales y creativas en Oviedo y Asturias; trabajar con la ciudadanía para crear una estrategia cultural para el periodo 2025-2035; cocrear una nueva estrategia cultural, estableciendo los valores que la sustentan, definiendo y dando forma a nuestras acciones futuras e incrementando el valor de la cultura y apoyando a los futuros creadores de la vibrante oferta cultural de la ciudad. Una nueva visión del papel de la política cultural.

El escenario digital ha transformado las formas de crear y consumir cultura; las barreras entre las formas de arte y la creación se mueven con mayor fluidez; la creatividad se valora como una habilidad clave en una amplia gama de carreras profesionales, no sólo en el sector creativo. La cultura sigue siendo uno de los mejores ejemplos de una actividad urbana que se lleva a cabo a través de una enorme variedad de individuos y grupos a escalas muy diferentes y la comunidad local puede participar, coproduciendo la estrategia.

Se ha de buscar un auténtico enfoque de coautoría para el desarrollo de ideas y, en última instancia, una propuesta consensuada de los servicios y el mecanismo de prestación que se crearán como resultado, con efectos transformadores en toda una serie de ámbitos desde la vivienda, la planificación y la regeneración urbana hasta la salud y el bienestar, la atención social a los adultos, los servicios infantiles y la educación.

Participar es ganar siempre

Oviedo y Asturias competirán con más de media docena de ciudades españolas, que sin duda estarán preparando a fondo sus candidaturas. Pero la gran decisión, antes de analizar a tus competidores, es tener claras tus fortalezas y debilidades y convertirlas en los motores de la transformación. Porque, con un trabajo transformador y unos objetivos demostrables para los jurados, se puede ganar o perder pero se habrán sentado las bases para un crecimiento económico sostenible y creación de empleo en las industrias culturales y creativas, para aumentar nuestro perfil participando en la red de las principales ciudades culturales de nuestro tamaño en Europa; y también para ordenar un ciclo de inversiones en la mejora de los servicios ciudadanos y de las organizaciones, colectivos y empresas culturales, que nos permitan construir un futuro sostenible para nuestra cultura.

Se ganará si se demuestra el compromiso con el territorio y el apoyo a la candidatura de la comunidad empresarial, social, cultural y política, convenciendo al jurado de que estamos dispuestos a asumir riesgos tanto artísticos como en la exploración de los problemas de la sociedad moderna; si demostramos nuestra constante relación con Europa; si se crea confianza en la ciudad para presentar una sólida candidatura con beneficios a nivel local y regional, aumentando su perfil internacional; si mostramos nuestra diversidad y capacidad de acogida, parte importante de la candidatura de gran significado para los tiempos turbulentos a los que se enfrenta Europa.

El título de Capital Europea de la Cultura se concede cada año a las dos ciudades europeas que mejor demuestren su riqueza y diversidad cultural. Por tanto, el competir no muestra sólo lo que es Oviedo, sino lo que Oviedo puede llegar a ser y qué visiones compartidas de futuro puede alcanzar para ser de verdad la capital que Asturias necesita. Y eso va mucho más allá de conseguir el premio.

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