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Opinión

El Palacio del Duque del Parque

Benito de Trelles Coaña y Villamil nace en 1613 en Serandinas (Boal), estudia en las Universidades de Oviedo y Salamanca, con 30 años es nombrado "oidor" (juez) en Nápoles, donde tomó parte en sofocar revueltas generadas por la falta de alimentos, causadas a su vez por las contribuciones a los costes bélicos de la monarquía. Allí se casa (1647) por primera vez con Teodora Carrillo de Albornoz Carroz y Simó viuda acaudalada que aportó una dote considerable y feudos en Cerdeña. Tras enviudar se casa en 1651 con Isabel María Alliata Lanza y Barresi III Duquesa del Parque, quien aportó una dote muy superior y feudos en Sicilia. Con 40 años fue nombrado Regente para esta provincia del Consejo Supremo de Italia. Gracias a sus estudios, matrimonios ventajosos y los preparados para sus hijos, logró una gran fortuna familiar de la que una muestra la podemos admirar en nuestra ciudad.

Sobre un solar anteriormente ocupado por tres casas, ya propiedad de la familia, su nieta Isabel Trelles heredera del mayorazgo del Duque del Parque casada con el VII Marqués de Vallecerrato promueve la construcción de este edificio en 1730, una obra proyectada y realizada por el maestro de obras cántabro Francisco de la Riva Ladrón de Guevara.

Recomendable contemplar su fachada en las tardes, cuando el bullicio de los mercados deja paso a la tranquilidad necesaria para apreciar cada detalle de este impresionante palacio urbano. Los ventanos abocinados simulan saeteras que parecen sostener a las ventanas enmarcadas con molduras de orejas; las pilastras que separan las calles se trocan en almohadilladas en las esquinas. Los balcones superiores volados están enmarcados por molduras mixtilíneas. Conviene dejar para el final la calle central, donde unas columnas toscanas estriadas sostienen el balcón principal flanqueado por los escudos de armas de los actuales propietarios. Todo ello envuelve la gran puerta adintelada, enmarcada por doble moldura de orejas. La aldaba renacentista, procedente de Italia, parece ser el símbolo de la vinculación heráldica local con las casas nobiliarias de Cerdeña y de Sicilia.

Aquí llega a Oviedo con los Duques del Parque, como médico particular, el Doctor Casal, quien tiene una calle dedicada en la ciudad, pues ejerció como "médico de la ciudad". Se le considera el primer epidemiólogo habiendo estudiado la sarna, el escorbuto, la lepra y la pelagra.

El Palacio del Duque del Parque

La fachada del Palacio situado en la plaza de Daoiz y Velarde; en los detalles, a la izquierda, la aldava renacentista de la puerta; a la derecha, el apostolado del Greco que hoy se expone en el Bellas Artes. / LNE

Viéndolo hoy en día, es difícil imaginar que en su tiempo fue la primera sede de la fábrica de armas desde 1794 y que a mediados del XIX dirigiría quién posteriormente fue General Elorza, con calle dedicada en la ciudad. Otro hombre extraordinario cuya estancia dejó huella entre nosotros. Ilustre militar vasco que, tras participar en el movimiento liberal de 1820 se exilió viajando por Europa donde conoció centros industriales ampliando sus estudios de siderurgia y metalurgia y tomó estudios de minas en la Universidad de Lieja. Llega a Asturias donde dirige la Fábrica de Cañones de Trubia y crea la Escuela de Aprendices (que ahora está cumpliendo su 175 aniversario) auténtico vivero de jóvenes talentos que llegarían a mediados del Siglo XX a ser pilar de la creación de ENSIDESA en Avilés. Posteriormente en la fábrica de Oviedo, ya trasladada al desamortizado monasterio de La Vega, se creó otra escuela de aprendices de la que se benefició la industria automovilística de Valladolid.

Volviendo a nuestro Palacio, acogió desde 1859 una fábrica de tabacos, que diez años mas tarde llegó a ocupar a 600 trabajadoras.

Desde 1892 pertenece a la familia de los Marqueses de San Feliz a quienes debemos la restauración y conservación de esta joya del Barroco, donde se preservó uno de los tres Apostolados del Greco, que tras venta y posterior dación por parte de Arcelor, se expone hoy en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

La piedra utilizada procedía de la cantera de Lavapiés, donde hoy está situado el nuevo estadio Carlos Tartiere. En la zona basal del frontal se disponen calizas blanquecinas, mientras que en el resto de la fachada predominan las calizas pardo-amarillentas. Los escudos (realizados en 1902 con las armas de los nuevos dueños) proceden de la cantera de Laspra y las columnas de la de Piedramuelle. ¿Quién iba a suponer que los canteros del Siglo XVI estarían haciendo hueco para que hoy los seguidores del Real Oviedo se reúnan cada 15 días para dar rienda suelta a sus emociones?. n

Para elaborar este artículo dispuse de: "El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austria", de Antonio Domínguez Ortiz.; "Archivo de la Casa Trelles, Duques del Parque", de María Concepción Paredes Naves, con una espléndido prólogo de Gonzalo Anes y Alvarez de Castrillón y "Canteras Históricas de Oviedo", de Manuel Gutiérrez Claverol, Carlos Luque Cabal y Luis Alberto Pando González.

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