Los premios "Princesa de Asturias" alientan una Europa "unida, libre, fuerte y solidaria" con el reconocimiento a Draghi

Ex primer ministro italiano y expresidente del Banco Central Europeo, el tecnócrata que salvó el euro, trazó en 2024 la "hoja de ruta" para asegurar el futuro de la Unión

El economista Mario Draghi, el hombre que salvó el euro en 2012 cuando estaba al frente del Banco Central Europeo, premio “Princesa de Asturias” de Cooperación Internacional de 2025

Fundación Princesa de Asturias

Oviedo

Mario Draghi, "Super Mario", el economista que salvó el euro en la terrible crisis de 2012 con solo tres palabras ("Whatever it takes"/ "Lo que haga falta"), estando al frente del Banco Central Europeo (BCE), ex primer ministro italiano, sobrio y discreto demócrata cristiano, querido por las elites financieras y respetado por sus rivales de la izquierda, ha ganado el "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional de 2025. Tras saberse acreedor del premio, Draghi, en una nota, agradeció a la Fundación "Princesa de Asturias" una distinción que, a su modo de ver, "refleja los valores del conocimiento, del servicio público y de la cooperación internacional" y" que recuerda el compromiso de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria".

El exministro y presidente del comité español de Unicef, el asturiano Gustavo Suárez-Pertierra, ejerciendo de presidente del jurado, leyó ayer al mediodía en Oviedo el fallo, haciendo referencia al fortísimo compromiso europeísta de este italiano formado con los jesuitas del que el Nobel de Economía Paul Krugman dijo en 2019 que era "posiblemente el mejor presidente del BCE de los tiempos modernos". Esa vinculación con el proyecto de la Unión Europea (UE) mantiene todavía a Draghi muy activo, con la presentación hace 10 meses de un "informe", realizado a instancias de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el que traza "la hoja de ruta" que asegurará el futuro de la UE, con tres grandes retos: mejorar en productividad e innovación tecnológica, avanzar en la descarbonización y en la autonomía en defensa y seguridad.

Mario Draghi (Roma, 77 años) es hijo de un banquero del Véneto y de una farmacéutica. Se quedó huérfano con 15 años y, afirman sus biógrafos, ese hecho imprimió en él un temprano sentido de la responsabilidad. A pesar de sus profundas convicciones europeas, el hombre que después salvaría el euro se doctoró con un trabajo que tiraba por el suelo las tesis del plan Werner de 1970 de una moneda única. Formado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) –"el americano" es otro de sus apodos–, al entrar en el Tesoro Italiano, como director general (1991-2001), tras su paso por la universidad y el Banco Mundial, inauguró las privatizaciones de las grandes empresas públicas italianas (Autostrade, ENI, Enel, Telecom Italia, BNL…).

Vicepresidente y director general de Goldman Sachs en Londres, tras su regreso a Italia como gobernador del Banco Nacional, pasó a dirigi el Banco Central Europeo entre 2011 y 2019. Fue esta etapa, quizá, una de las más importantes de su carrera y con la que forjó su leyenda. En plena crisis de 2012, con Grecia a punto de caer y Europa contra las cuerdas, su famoso discurso "Whatever it takes" pasó a la historia como el inicio del final de la crisis: "El Banco Central Europeo está preparado para hacer todo aquello que haga falta para preservar el euro. Y, créanme, será suficiente". Con ese aviso para que los especuladores dejaran de jugar a tumbar los gobiernos de la UE, el euro, dice la historia, sobrevivió a su peor crisis.

A pesar de su capacidad de trabajo, Draghi no pudo cumplir todos sus propósitos. En su país no pudo repetir lo que había logrado con el euro y la Unión. El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, le encargó en 2021 la formación de un gobierno. Draghi lideró como pudo aquella frágil coalición, pero acabó renunciando al cabo de un año. Su nombre se mantiene con fuerza como uno de los candidatos a sustituir a Mattarella en la presidencia italiana.

Pol Morillas i Bassedas, politólogo y director de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), y uno de los miembros del jurado del premio de Cooperación Internacional, destacó ayer, tras la lectura del fallo, que Draghi tiene el doble "gran mérito" de "ser un europeísta convencido" y "de haber trasladado ese europeísmo, que podría ser solo de posicionamiento o valores, a recetas específicas". Las propuestas de Draghi, dijo, "hablan de una Europa más fuerte, pero no de manera conceptual sino aplicada". "El jurado ha valorado mucho su ejemplaridad como político, pero también su capacidad para convencer de que Europa debe mandar, ser un actor internacional de peso, tener su propia visión del mundo y, sobre todo, ser capaz de confrontar su visión, sus valores y sus intereses, con otros actores internacionales, ya sean Estados Unidos o China, o cualquier otro", manifestó. El politólogo destacó que el informe de Draghi sobre la UE es el resultado de la escucha de "centenares de actores europeos, desde el ámbito de la empresa a la academia, todo plasmado en un documento que es una hoja de ruta" para garantizar el futuro de la UE.

La exministra y presidenta de Mediaset, Cristina Garmendia, también en el jurado, destacó la independencia y coherencia de Mario Draghi. "En su etapa como primer ministro desempeñó una gran labor al frente de un gobierno tecnócrata que era necesario en aquel momento y ahora sigue siendo una figura clave en el impulso de políticas comunes para una Europa más fuerte y cohesionada", declaró.

Por su parte, Suárez-Pertierra, incidió en que el galardón a Mario Draghi es "lo que toca" en un contexto internacional "de ruptura de las reglas de convivencia" y de "una inversión de valores, promovida por determinados movimientos sociales". Suárez-Pertierra opina muy oportuno destacar "la ejemplaridad de un liderazgo limpio" como el de Draghi y con él el valor de la cooperación internacional: "La Unión Europea es un objeto político importantísimo en la edad moderna, un ejemplo en sí mismo de cooperación internacional". "Se ha dicho siempre que la Unión Europea avanza a base de crisis: el ejemplo del euro es clarísimo. Por cierto, Draghi fue protagonista de todo este asunto…", concluyó el jurista asturiano.

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