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Mary-Claire King, premio “Princesa de Asturias” de Investigación, anima a hacerse pruebas genéticas: "Nos permiten decidir y salvar la vida"

La genetista estadounidense explica sus descubrimientos sobre el cáncer de mama a 800 personas que abarrotan la Fábrica de la Vega (Oviedo)

"Los exámenes genéticos son baratos; no debería haber impedimento para que las mujeres que los necesiten accedan a ellos", subraya

Mary-Claire King y Rubén Cabanillas, en un momento del coloquio en la Fábrica de Armas de La Vega.

Mary-Claire King y Rubén Cabanillas, en un momento del coloquio en la Fábrica de Armas de La Vega. / Irma Collín

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Oviedo

“Aunque no tengamos el poder de cambiar nuestros genes, si los conocemos podemos decidir y podemos salvar la vida”, ha explicado esta tarde la genetista Mary-Claire King (Chicago, 1946), premio “Princesa de Asturias” de Investigación Científica y Técnica 2025, ante unas 800 personas que abarrotaron una de las antiguas naves de la Fábrica de Armas de La Vega (Oviedo).

La doctora King expuso sus hallazgos relacionados con las mutaciones genéticas causantes del cáncer de mama, y subrayó: “Las pruebas genéticas son baratas. No debería haber impedimento para que las mujeres que las necesiten accedan a ellas. Deberían estar disponibles para todas”.

De esos exámenes pueden surgir determinaciones como la protagonizada en 2013 y 2015 por la actriz Angelina Jolie, quien optó por extirpar sus mamas y ovarios para evitar riesgos de cáncer ante la presencia de esas mutaciones amenazadoras. “Angelina Jolie nos ha hecho un gran servicio”, aseveró.

Los genes, fuentes de información

“Genes y esperanza” era el título de la conferencia-coloquio con la premio Princesa, que fue presentada por el médico ovetense Rubén Cabanillas, director sénior de Medicina Traslacional de la compañía T-Therapeutics Ltd., de Cambridge (Reino Unido). “Los genes no son una condena, sino una fuente de información extremadamente útil”, enfatizó el doctor Cabanillas.

Mary-Claire King centró su exposición en el gen BRCA1, identificado por ella misma en 1990, cuyas alteraciones terminaron revelándose como factor clave en el desarrollo de determinados tipos de cáncer de mama y ovario. “Las mutaciones en el gen BRCA1 incrementan el riesgo de cáncer de mama en mujeres y hombres, pero por razones que desconozco son especialmente devastadoras para los hombres”, indicó la científica integrante de la Asociación Estadounidense del Cáncer, en la Universidad de Washington (Seattle), y afiliada del Fred Hutchinson Cancer Center, de la misma ciudad.

Descubrimiento en el HUCA

En su meritorio esfuerzo por conocer y valorar el ambiente que visita estos días, la investigadora hizo referencia a unas investigaciones desarrolladas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Las doctoras Milagros Balbín y Pilar Blay publicaron hace un año el descubrimiento de unas mutaciones genéticas localizadas específicamente en el Principado y que datan de hace unos 400 años, que predisponen a tener cáncer de mama. “Si sabemos cuáles son nuestros genes podemos decidir”, indicó Mary-Claire King, quien ensalzó las posibilidades que ofrece un sistema sanitario público, como el español, que propicia que “las desigualdades no sean tan grandes como en mi país”.

La científica apostilló que “estas mutaciones genéticas las hay en todos los países del mundo y en todos los niveles económicos, la cuestión es disponer de la información”.

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