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Lucía García Cortés, la joven tenista gozoniega que cumplió en Asturias su sueño de conocer a Serena Williams: "Es mi ídolo de siempre"

La deportista de 17 años acudió con su padre al aeropuerto "a la aventura" con la esperanza de poder saludar a la ganadora de 23 Grand Slam "como premio" a su trabajo para superar una lesión que la mantiene apartada de la competición desde hace once meses

La tenista Serena Williams, premio "Princesa de Asturias" de los Deportes, ya está en Asturias

Lucas Blanco

Lucas Blanco

Serena Williams ya está en el Principado. La Premio Princesa de Asturias de los Deportes aterrizó a las 13.00 horas este miércoles en el aeropuerto sin aviso previo, tratando de ocultarse tras una gorra y unas gafas de sol y cumpliendo en cuestión de segundos el sueño de una joven promesa de la región. «Es mi ídolo de siempre. Desde pequeña la seguía a ella y a su hermana Venus». Así resumió Lucía García Cortés, tenista de 17 años de Manzaneda (Gozón), la emoción que sintió cuando después de dos horas de espera «a la aventura», se encontró cara a cara con la ganadora de 39 Grand Slam (23 individuales, 14 de dobles y dos de dobles mixtos) cuando esta se dirigía al taxi que la esperaba para llevarla a Oviedo, donde por la tarde fue vista paseando y comprando. En ese trayecto, tras un pequeño tira y afloja con sus guardaespaldas, consiguió arrancarle un selfi y un autógrafo en una pelota de tenis. «Fue un momentazo», suspiró García.

Lucía llegó al concejo de Castrillón acompañada de su padre, Marcos García, con la ilusión reflejada en el rostro y la esperanza de poder ver de cerca a quien tantas veces había visto por la tele levantar los trofeos más prestigiosos. «Siempre seguí su carrera, recuerdo que primero triunfó su hermana y ella con esfuerzo la superó», relató entusiasmada la gozoniega a LA NUEVA ESPAÑA.

La Pelota firmada por Serena

La pelota firmada por Serena / LNE

Fueron dos horas de espera en un aeropuerto al que padre e hija se desplazaron para probar suerte. «No sabíamos a qué hora venía, fue todo a la aventura», coincidieron. Fueron 120 minutos de nervios y expectación, hasta que finalmente lograron su recompensa. «Thank you, Serena», gritó el padre cuando la joven consiguió hacerse la foto y ver plasmada la firma de color rojo de su referente.

Además de un sueño cumplido, el encuentro fue un chute de esperanza para la joven, que actualmente no pasa por su mejor momento. En noviembre de 2024, sufrió una rotura de ligamento cruzado y menisco, una lesión que la obligó a detener su progresión. Desde entonces lleva once meses alejado de la competición. Sin embargo, lejos de rendirse, encontró en esa pausa una oportunidad para fortalecerse. «Estoy muy animada y poco a poco recuperándome».

Lucía García Cortés, durante un partido.

Lucía García Cortés, durante un partido. / LGC

Fue este mal trago el que llevó a su padre a liarse la manta a la cabeza y llevarla hasta Castrillón. «Quería darle un premio por lo bien que está luchando». Y es que la constancia se ha convertido en la mayor virtud de esta joven promesa, que entrena bajo la dirección de José Manuel García en Turón (Mieres), a donde se dirigía ayer por la tarde para seguir con su preparación. En su palmarés ya cuenta con un subcampeonato regional de dobles y un subcampeonato nacional de promesas.

Desde los seis años, Lucía vive volcada en el mundo del tenis, tratando de emular «la potencia y el espíritu de lucha» de Williams. Su próximo sueño, confiesa, va más allá de las fronteras del Principado: «Quiero ir a Estados Unidos, el país de Serena, y estudiar allí con una beca deportiva. Ojalá algún día pueda hacerlo realidad».

Este miércoles, en un rincón del aeropuerto asturiano, una joven tenista demostró que la pasión, la perseverancia y los sueños pueden cruzarse con la historia. Y que a veces, los ídolos no solo inspiran: también responden a las miradas que los admiran.

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