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Hugh Herr, referente mundial en biónica y biomecánica, una década después en la EPI de Gijón: "La libertad es crítica para crear"

El premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica 2016 reivindica los "tremendos avances" en la integración de emociones en las prótesis y augura una "revolución" en los motores eléctricos durante un encuentro con estudiantes

Encuentro de Hugh Herr, premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica 2016, en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón

VÍDEO: Sergio García / FOTO: Juan Plaza

Con un "How's everyone today?" saludó este jueves Hugh Herr, premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica 2016, a los estudiantes que atestaban el salón de actos del edificio Polivalente de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. El estadounidense, referente mundial en la biónica y la biomecánica, volvía casi una década después, pues también se pasó por la EPI el año en el que recibió el galardón. Herr departió sobre el estado actual de los mencionados ámbitos, de las bondades que puede brindar la Inteligencia Artificial o del margen de mejora que todavía existe a nivel investigador. "El campo está muy fértil para la innovación en muchas áreas", reivindicó.

Hugh Herr sufrió la amputación de ambas piernas con 17 años tras la congelación de sus miembros durante una ascensión en la montaña. Una experiencia a partir de la cual dirigió su esfuerzo y talento a intentar mejorar la movilidad de las personas con discapacidad. Recordó el norteamericano el "honor" que supuso para él el premio concedido en 2016. "Cambió mi perspectiva", afirmó Hugh Herr, acompañado en la charla, desarrollada en inglés, por Inés Suárez y Joaquín González, directora y subdirector de la EPI, respectivamente.

Fundador de una compañía que comercializa una prótesis de miembros inferiores que proporciona energía emulando la función muscular e imitando el movimiento del tobillo, Hugh Herr se enfrentó a las preguntas de varios estudiantes involucrados en diversos proyectos e iniciativas. El estadounidense destacó los "tremendos avances" en la integración de las emociones en el diseño de, por ejemplo, las prótesis que él mismo porta.

Cuestionado sobre las "soft skills" que debe tener un ingeniero, Herr ensalzó el "trabajo en equipo", la "creatividad" y la "habilidad para innovar". Ahí sacó a la palestra la IA. "Hará cosas que nosotros estamos haciendo", sostuvo. No como amenaza, sino como oportunidad. "Es importante trasladar lo que genera la IA en formas atractivas para las personas y los diseños", recalcó el experto, que señaló, además, que se avecina una "revolución" en el campo de los motores eléctricos.

Tras abordar el fenómeno de los zapatos biónicos, Hugh Herr aseguró que "la libertad sin restricciones es crítica para crear", en un diáfano mensaje para los alumnos que, en un futuro, quizá quieran parecerse, en la medida de lo posible, a una eminencia de la biomecánica. "Es una figura inspiradora", encomió Joaquín González. Por su parte, Inés Suárez mostró su agradecimiento a la Fundación Princesa de Asturias por recibir, de nuevo, a Hugh Herr, pionero en lo suyo. "Esperamos que esta segunda visita sea un impulso para el campo de la ingeniería biomédica en la escuela; tenemos unos mimbres muy bien asentados", proclamó Suárez, que cerró el acto subrayando que "como el profesor Herr ha dicho en muchas ocasiones, las personas no están rotas; es la tecnología lo que es insuficiente".

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