“Mi idea inicial era estudiar derecho en Cantabria, pero reflexionando sabía que en un futuro no me iba a generar ninguna satisfacción profesional ni personal. Así que mi hermana, en una ‘minicrisis’ por decidir mi futuro, se sentó junto a mí y me ayudo a ver las cosas de manera más clara sobre qué me gustaba, en qué espacio me veía trabajando en un futuro… “. Dicen que “quien tiene un amigo, tiene un tesoro”, pero tener un hermano o hermana que sabe lo que a uno le conviene y le asesora para llegar lejos en la vida, no tiene precio.
A Isabel Macho de Cos, su hermana le abrió los ojos. “Es mi modelo a seguir personal y profesionalmente, es mi guía vital sobre la que he aprendido y sigo aprendiendo muchísimo”, desvela. Esta cántabra, nacida en Torrelavega hace 22 años, tenía muchas dudas acerca de su futuro académico al finalizar el Bachillerato. Finalmente optó por matricularse en Pedagogía. “De alguna forma he seguido los pasos de mi hermana en el ámbito social, ya que ella es integradora y educadora social, así que podría decirse que la educación y estar en contacto con personas es algo que ella me ha trasmitido”, cuenta. No fue la única buena influencia para Isa. “Una amiga significó mucho a la hora de encarrilar o dirigir mis estudios, pues prácticamente desde el colegio he estado en contacto con el ámbito de la discapacidad y es una realidad que conozco desde cerca y que se ha ganado mi corazón, es un ámbito que me apasiona y sobre el que quiero continuar conociendo y aprendiendo ”, afirma. Tanto es así que ayer recogió el premio “Ezequiel y Fortunato de Selgas” por ser la alumna mása brillante de su promoción, con una media de 8,697 en su expediente. Un galardón que recogió con orgullo e ilusión, pues ha trabajado muy duro. Y lo sigue haciendo, puesto que actualmente está cursando el Máster de Intervención e Investigación Socioeducativa en la Universidad de Oviedo.
Es evidente que siempre ha tenido vocación. Durante varios años fue monitora voluntaria en campamentos de verano, “donde podía poner en práctica la figura de pedagoga –en proceso– y creo que eso ha favorecido en gran medida en mi desempeño en las prácticas curriculares de la carrera”, cuenta. Unas prácticas curriculares que le han marcado positivamente, pues, después de aprender la teoría, permiten “pasar a conocer de primera mano la realidad social y educativa, porque al fin y al cabo lo que pasa en la sociedad no puede recogerse de manera estándar en nuestros apuntes o libros”, destaca. “Por supuesto que debemos de tener unas competencias y habilidades para poder ejercer como pedagogas, pero donde realmente creo que aprendemos es conociendo a las personas con las que vamos a trabajar: niños, niñas, jóvenes, adultos o personas mayores y haciendo frente a las problemáticas sociales de la población con las que vamos a tratar e intervenir”. Y añade: “la pedagogía también me ha hecho ver que la educación es el motor generador de cambios, la evolución de la sociedad reside en lo que nosotros y nosotras queramos ver, oír, debatir y dialogar, puesto que ya no vale la justificación de desconocer algo, por suerte o por desgracia, tenemos recursos suficientes para aprender y conocer muchas cosas. El mejor atributo de una persona es que sea curiosa, que siempre esté buscando aprender algo nuevo, conocer nuevas cosas: que lea, vea, hable, comparta, comunique…”
Mujer con los pies en la tierra, quiere seguir su vida “pasito a pasito”, sin marcarse grandes metas. Por el momento no descarta “continuar con un programa de doctorado o trabajar en una asociación u organización para personas con discapacidad, pues es el ámbito sobre el que he centrado la carrera y el máster.
Cariño, pasión y apoyo son las bases en las que fundamente su trayectoria esta joven cántabra, a quien en sus ratos libres le gusta ir al gimnasio, salir a correr “cuando el tiempo del norte lo permite”, hacer senderismo con su padre y la fotografía. “También cualquier plan con amigos, ya que después del confinamiento y este tiempo de pandemia sea el plan que sea y el tiempo que se pueda lo aprecio y valoro muchísimo”.
