Nacido en Oviedo y criado en Castrillón, actualmente Javier Martínez González- Posada reside en la localidad onubense de Aracena, donde actualmente, ocupa el puesto de director técnico en la empresa Sánchez y Lago dentro del Proyecto Riotinto. A sus 24 años, acaba de recibir el premio de la “Cátedra Hunosa” por ser el mejor alumno del Grado en Ingeniería de los Recusos Mineros y Energéticos con especialidad en Explotación de Minas e Instalaciones Electromecánicas Mineras, con una media de 7.67.

Previamente había cursado el Grado en Tecnologías Mineras en la escuela de Minas de Oviedo. Al finalizarlo, comenzó a trabajar en Minas de Riotinto y a cursar a su vez el Master de Prevencion de Riesgos Laborales y el grado en Recursos Mineros y Energéticos. Además, durante su primer grado compaginó los estudios con la hosteleria y al finalizar el periodo de practicas de este grado en Atalaya Riotinto Minera (Minas de Riotinto, Huelva), comenzó a trabajar en la empresa en la que se encuentra actualmente, la cual está dedicada al Movimiento de Tierras.

Compatibilizar la vida académica y laboral no ha sido fácil, y por ello el castrillonense asegura recibir este galardón con “mucha satisfacción porque se ha gratificado el esfuerzo que conlleva compaginar los estudios de grado y postgrado con la vida laboral”, cuenta, algo que continúa haciendo hoy en día, pues está realizando el master de Ingeniería de Minas en la EIMEM.

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Está claro que “sarna con gusto no pica”, y en el caso de Javier Martínez González- Posada, siempre tuvo claro a lo que quería dedicarse. “La mineria es un campo que siempre me ha llamado la atencion, pese a no tener familiares directos que ejerzan esta profesion. Es por ello, que finalizados mis estudios de Bachiller decidí de manera vocacional estudiar esta carrera. No es extraño que, a la hora de hacere balance de los últimos año de carrera, este sea más que positivo. “Me han llamado mucho la atencion todas las asignaturas, pero debo destacar todas aquellas que estaban relacionadas con el laboreo de minas”, cuenta. “Los estudios han sido muy positivos, no obstante, he notado en falta una enseñanza mas práctica que nos facilitase una vision mas real sobre el mundo laboral.

Mirando al futuro, confía en seguir subiendo peldaños profesionales. “Mi intención es continuar creciendo en este sector y poder en un futuro desempeñar algun puesto como directivo que me permita aportar mi visión dentro del campo”, concluye el jove, quien no quiere dejar pasar la oportunidad de agradecer a sus seres queridos “el apoyo incondicional, a Sánchez y Lago por confiar y haberme brindado esta primera oportunidad y al equipo técnico, que engloba Proyecto Riotinto, por hacerme crecer personal y profesionalmente”. Un ejemplo claro de que, si uno hace lo que le apasiona, siempre llegará lejos.