Natural de la localidad cántabra de Cabezón de la Sal, a los 18 años Laura Goicoechea Crespo no dudó en trasladarse al Principado a estudiar el grado en Química, pues siempre ha sido una persona con las ideas bastante claras, y con la vista puesta en el futuro. “Desde pequeña me han gustado las ciencias, pero mi pasión comenzó con la Física y la Química en tercero de la ESO. Ya en bachillerato fue mi profesora de Química la que hizo que me enamorara de esta ciencia, y por la que decidí estudiar la carrera sin ninguna duda”, relata la jove, quien confiesa que también se planteó Bioquímica, “pero con la Química iba a conseguir entender toda la base de la Biología, que es lo que siempre me ha gustado descubrir, ir hasta la base para entender todo lo que nos rodea”. Lo hizo en el itinerio bilingüe y fue la alumna con mejor expediente de su promoción, con una nota media de 8,89, logrado el premio de fin de carrera que patrocina Química del Nalón.

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Premios Santa Catalina y Santo Tomás 2021 de la Universidad de Oviedo

“Estoy muy contenta de haber recibido el premio al mejor expediente, pero tampoco me siento especial por ello. Lo veo como un premio a todo el esfuerzo y trabajo dedicado durante estos cuatro años, y por eso sí me siento orgullosa”, reconoce. Durante este tiempo, se dedicó “en cuerpo y alma” a sus estudios, se fue un año de Erasmus a Polonia y en cuarto curso obtuvo una beca para trabajar en un grupo de investigación en el departamento de química orgánica e inorgánica de la Universidad de Oviedo, que me sirvió para aumentar mi formación, y fue posible realizarla porque me permitieron tener la libertad para poder compaginarla con los estudios sin dejar estos de lado”.

A sus 22 años, ha recibido diferentes premios académicos, y actualmente se encuentra en Madrid cursando un máster de Química Orgánica en la Universidad Autónoma , pues entre sus objetivos a corto plazo está el seguir formándose en el ámbito de la química, “centrándome en la química orgánica”, y le gustaría formar parte de un grupo de investigación. “Mi intención de comenzar el año que viene un proyecto de doctorado para conseguir una tesis doctoral. Después, si todo sale bien, me gustaría estar una época fuera de España en diferentes grupos de investigación, para después volver y terminar trabajando en alguna Universidad de aquí”. Y es que, apunta, “aunque la ciencia sea un camino duro en España, mi intención es no rendirme y conseguir mis metas.

De su etapa universitaria destaca principalmente el haberle ayudado a crecer como persona, así como las prácticas., “el poder aplicar todo lo aprendido, tanto en los laboratorios de las asignaturas, como en la beca de colaboración que obtuve, pero sobre todo en el TFG, porque era trabajar en algo que sentías que era tuyo, a lo que dedicabas mucho esfuerzo pero lo hacías con muchas ganas e ilusión”.