“La Universidad de Oviedo ni está en crisis ni es ineficiente. Somos una gran Universidad, de las mejores, y debemos sentirnos orgullosos”. El rector Ignacio Villaverde huyó ayer, en el acto de entrega de los premios Santa Catalina de Alejandría a los mejores estudiantes, del discurso “de la queja y la desilusión” para construir un alegato “lleno de esperanza y expectativas”.

El máximo representante de la institución académica asturiana aprovechó la presencia de representantes de medio centenar de empresas –las que patrocinaron los premios fin de grado y mejor expediente académico– para hacer una llamada a “sumar esfuerzos”. “Creemos espacios donde encontrarnos y fijemos juntos objetivos comunes. Ya lo estamos haciendo, pero necesitamos tiempo y confianza, no podemos enmendar en meses años de distancia”, aseguró en referencia a las últimas peticiones de la FADE.

La Federación Asturiana de Empresarios reclamó, este mes y en varias ocasiones, aumentar plazas para los grados con más salida laboral, así como crear pasarelas con la FP para “prestigiarla”. El Rector afirmó en su discurso que “la Universidad asume el reto de reconvertirse para mejorar su oferta formativa”, pero advirtió “que ese esfuerzo será baldío si la respuesta empresarial sigue siendo estrecha en su demanda”.

Ignacio Villaverde pronunció estas palabras en la biblioteca del edificio histórico ante unos 60 estudiantes –los mejores del pasado curso– y sus patrocinadores, el equipo rectoral al completo, el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, la directora general de Universidad, Cristina González, los exrectores Santiago García Granda, Vicente Gotor y Juan Sebastián López- Arranz, y la conferenciante, Mercedes Siles, directora de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación).

El máximo responsable académico celebró, minutos antes del inicio del acto, que los casos positivos de covid “no llegan a la docena” en la Universidad

El acto solemne de ayer duró hora y media y recobró la normalidad, tras la atípica ceremonia del año pasado, que se retrasó a enero por el covid y tuvo que celebrarse en el paraninfo con la única presencia física del entonces rector, Santiago García Granda, la secretaria y la ponente.

La conmemoración de “uno de los días más bonitos” de la Universidad, en palabras de Villaverde, recuperó la biblioteca como escenario y al público presencial, aunque la gala también se retransmitió en directo por el canal de Youtube de la institución. En el paseíllo participaron unos cincuenta catedráticos y profesores revestidos.

El público asistente a la celebración, con (en primer plano) los patrocinadores de los premios y (de espaldas) el profesorado revestido; al fondo, a la derecha, los premiados. | Pablo Solares

El máximo responsable académico celebró, minutos antes del inicio del acto, que los casos positivos de covid “no llegan a la docena” en la Universidad, siendo la mayoría de ellos alumnos. “Lo que llevamos de curso ha discurrido dentro de lo que teníamos previsto. Esperamos que, aunque venga esta sexta ola, no tengamos que volver hacia atrás”, dijo. Es decir, hacia un modelo de enseñanza semipresencial.

El Rector comenzó su intervención por Santa Catalina –la primera de su mandato– contando de lo que no iba a ir su discurso. “No va a ser un lamento por nuestro presupuesto. La economía de una institución pública seria y responsable no se construye desde la queja y la simpleza del incrementismo de trazo grueso, sino con una buena gestión y administración de unos recursos que siempre serán escasos si confundimos deseos con realidades”, declaró.

Y avisó: “Se acercan tiempos de sacrificio, orden y racionalización de recursos. Sabemos que no será fácil”.

Estas palabras sonaron a un intento por parte de Villaverde de romper con el tono marcado por su predecesor, Santiago García Granda, quien fue especialmente reivindicativo con la escasez de recursos económicos. El catedrático de Derecho Constitucional dijo más: “La Universidad debe demostrar su compromiso con Asturias y entender que hay otros entornos que necesitan ayuda para superar esta pandemia”. Y avisó: “Se acercan tiempos de sacrificio, orden y racionalización de recursos. Sabemos que no será fácil”.

El rector acompañado por los vicerrectores Antonio Fueyo, Pedro Alonso, Alfonso López, Susana Menéndez y Daniel Santos, y la gerente, Pilar Manero. | Pablo Solares

Cuatro millones extra para hacer frente a la subida de la luz

De hecho, previamente y ante los medios de comunicación, Ignacio Villaverde confesó que “el problema presupuestario de la Universidad no vendrá de una falta de recursos aportados por el sector público, sino de la presión que sobre nosotros ejerce el precio de la energía”. “Nosotros, al final, somos como una electrointensiva y cualquier movimiento en ese espacio tiene un efecto tsunami sobre nuestra economía”. Es más, adelantó, “hemos tenido que derivar de nuestro presupuesto corriente más de 4 millones de euros para prever el probable impacto que tendrá el precio de la energía”.

Eso provocará la “ralentización de algunos programas”, paradójicamente los de infraestructuras. “Tenemos un plan muy ambicioso en infraestructuras, con actividades imprescindibles en edificios universitarios, pero eso vamos a tener que dosificarlo en el tiempo. Tenemos que garantizar que abrimos todos los días”, destacó.

Volviendo al acto, el Rector agradeció públicamente al consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, “su compromiso por esta Universidad, la confianza que ha depositado en nosotros, el apoyo que está demostrando en la configuración del presupuesto del año que viene y el cierre de los términos del contrato programa que haremos público a su debido tiempo”.

“Nos hemos empeñado en ser cabeza tractora de la transformación de esta comunidad y lo vamos a ser. Ha llegado un nuevo tiempo a la Universidad, con nuevos retos, un enfoque estratégico y renovadas ganas de hacer y crear”, continuó. Para realizarlo, “es imprescindible que empresa y universidad sumemos esfuerzos, que estemos juntos, que aprendamos a escucharnos”, comentó. “Creemos espacios donde encontrarnos y fijemos juntos objetivos comunes”, reclamó.

La Directora General de Universidad, Cristina González, y el Consejero de Ciencia, Borja Sánchez, en el acto | Pablo Solares

En las líneas siguientes –algunas de ellas pronunciadas en asturiano–, Villaverde se dirigió a los mejores estudiantes de grado. “Sentivos arguyosos de llegar equí. Nun temáis al futuru, porque ese futuru va a ser el que vosotros construyáis”, dijo en bable. “Quisiera pensar –agregó ya en castellano– que la Universidad ha estado a la altura de vuestras esperanzas.

Pero la Universidad no acaba aquí. Los vicerrectorados de Estudiantes y de Transferencia y Relaciones con la empresa están para ayudaros a dar el salto a la vida profesional”. El equipo rectoral, anunció, “con la ayuda del entorno empresarial y socioeconómico asturiano”, está trabajando para que “todo el talento que portáis rinda sus frutos aquí en Asturias”. “Formamos universitarios para el mundo, pero qué bien nos haría que todo este talento se quedase o, al memos, retornase aquí”, remató.

Sobre todos los galardonados sobresalió ayer Emilio Fernández Viejo, que recibió el premio a mejor expediente académico. Es ovetense y estudió Lengua Española y sus Literaturas. “La clave está en que me encanta la Filología, pude disfrutarlo mucho. Aunque a veces se hace un poco pesado estudiar, encontré esa satisfacción”, confesó. En la actualidad, está cursando un máster de Lengua Española y Lingüística. Los pasos siguientes no los tiene claros. Lo que sí tiene claro es que seguirá “unido al estudio de la lengua el resto de mi vida”.