El rector, Ignacio Villaverde, aprovechó ayer la festividad de Santa Catalina de Alejandría para reivindicar "la utilidad de la universidad". De la asturiana y de todas las demás. "Somos útiles –explicó ante más de un centenar de estudiantes y empresarios– no porque sirvamos a la urgencia del utilitarismo burdo o a un pragmatismo corto de miras o a una rentabilidad vulgarmente economicista". "Somos útiles –subrayó– porque damos valor a lo que los groseros utilitarismos reduccionistas consideran inútil porque no es rentable". Y lo que llaman inútil, remató Villaverde parafraseando a la filósofa Martha Nussbaum, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012, es "el recto y firme fuste sobre el que se edifican las sociedades sanas, dignas y democráticas: pensar con criterio y racionalidad, con ánimo crítico, siendo respetuosos con la diferencia y los otros".

El Rector y la ponente, María Fernández, encabezan la comitiva académica. | | PABLO SOLARES

El máximo responsable de la Universidad de Oviedo pronunció estas palabras en el solemne acto de entrega de premios a los mejores estudiantes de grado, con la asistencia de un gran número de representantes de empresas. En concreto, fueron galardonados 64 alumnos; uno de ellos, Covadonga Martínez Sánchez, del grado de Lengua Española y sus Literaturas, recibió el premio al mejor expediente académico Unicaja Banco. En su intervención, Ignacio Villaverde defendió que la de Oviedo "es una de las mejores universidades porque tenemos a los mejores estudiantes". Unos jóvenes que, a su juicio, portan tres cualidades que les hacen ser "diferentes". Esas son la creatividad, la calidad y la excelencia. Ninguna de ellas, señaló, "se adquieren de forma impostada y artificial, sino con estudio, dedicación y experiencia". En definitiva, "hay que errar mucho para alcanzarlas". Villaverde terminó esta primera parte de su discurso con un consejo dirigido a los estudiantes: "Haceros muchas preguntas, y ahí encontraréis vuestro camino. Las preguntas son las que nos impulsan y nos llevan más lejos".

Con la voz algo ronca, fruto de "una desafortunada bronquitis", el Rector agradeció públicamente el "apoyo sin fisuras" del consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, presente en el acto. Prueba de ello es el nuevo acuerdo de financiación alcanzado entre el Principado y la institución académica, dotado de más de 1.000 millones de euros para los próximos seis años. Un "hito", en palabras de Villaverde, que "marcará un antes y un después en la historia de la universidad asturiana y que nos permitirá encarar el futuro, a pesar de las dificultades evidentes, con solvencia y optimismo".

Esas dificultades son las crisis energética, a la que el máximo responsable académico se refirió minutos antes de que comenzase la ceremonia en la biblioteca del Edificio Histórico. Si en 2019, la Universidad de Oviedo gastó 2,3 millones de euros en energía, este año la institución cerrará el ejercicio con 7 millones y eso a pesar de "haber ahorrado casi un 20%". A consecuencia de la escalada de precios, el presupuesto de este año tuvo que ser reajustado varias veces, algo que no pasará en 2023, según adelantó Villaverde. Para el año que viene "tenemos un gasto previsto de energía de 11 millones. Con el nuevo acuerdo de financiación creo que podremos hacer frente a la crisis con solvencia". Eso no quita, advirtió, que "tengamos que seguir ahorrando y tomando medidas". Las últimas se acordaron esta misma semana en Consejo de Gobierno: acortar aun más los periodos de calefacción –se retrasó el encendido dos semanas y se adelantará el apagado otras dos, para el 15 de marzo–, se cerrarán las instalaciones durante Navidad y se cobrará los gastos de energía a quienes hagan actos en fin de semana.

"Tendremos una primera mitad del año complicada, pero todo parece indicar que la segunda mitad será más benigna", comentó Villaverde, quien se adelantó con estas palabras a la conferencia magistral que pronunció la expresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia María Fernández Pérez, y que puso precisamente el foco en la crisis energética. El Rector insistió que el nuevo contrato programa con el Principado, que recoge un incremento medio de 24 millones por año hasta 2028, da "tranquilidad" para "poder abrir todos los días". "Nos permitirá además –agregó– abordar otros retos, que de otra manera serían imposibles". ¿Por ejemplo? "La sostenibilidad. Tenemos que prepararnos para ser una universidad que gaste menos energía y tenga un compromiso mayor con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático", contestó.

Durante el acto de Santa Catalina, que se alargó durante casi dos horas, Ignacio Villaverde, no olvidó que ayer se conmemoraba el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y por ello, reivindicó que "nuestra misión es formar no solo en conocimientos, sino también en valores". El Rector también tuvo palabras para los patrocinadores. Al acto asistieron cerca de medio centenar de representantes de empresas e instituciones, que acompañaron a los estudiantes premiados en la recogida de diplomas. "Gracias por vuestra generosidad y paciencia con esta institución que, lo sé, no siempre funciona como debiera", empezó haciendo autocrítica Villaverde. "Sé también que no siempre sabemos expresar nuestro agradecimiento y lo importantes que sois para nosotros". A estas palabras les siguieron dos anuncios. El primero, "en breve os invitaremos a formar parte del club de benefactores y Partners". Y el segundo, "retomaremos el proyecto alumbrado por el equipo anterior, Alumnii 360, con los nombramientos de sus primeros embajadores". "Tejamos entre todos –animó Villaverde– esa red de talento y excelencia que ayude a lo mejor de la universidad, sus estudiantes, a construir su futuro con esperanza".

El Rector aprovechó la oportunidad para pedir "solo una cosa" a las instituciones y empresas colaboradoras: "Mirad a vuestros premiados, ved en ellos una selecta representación del enorme talento que esta universidad pone a vuestra disposición, buscad en ellos lo que necesitéis, pagadles bien, confiad en ellos, tendedles una mano, nos os fallarán y construyamos juntos la Asturias que todos queremos". El Rector aseguró que la Universidad necesita de las instituciones y empresas porque sin su aliento "no es posible seguir construyendo la mejor universidad, siempre al servicio de la sociedad asturiana y de quienes fortalecéis su cohesión con vuestro trabajo". "La universidad quiere ser parte activa de ese entorno, de esa sociedad civil que piensa en el futuro con esperanza y que está dispuesta a asumir los riesgos de romper con nostalgias", sentenció.

Por la alfombra roja de la biblioteca desfilaron ayer 64 estudiantes premiados. Algunos de ellos tuvieron que hacerlo varias veces, como fue el caso de la gijonesa Covadonga Martínez Sánchez, de 22 años, que recogió el premio fin de grado en Lengua Española y sus Literaturas "Dolores Medio" y el de mejor expediente académico de la Universidad de Oviedo. "Ha supuesto bastante esfuerzo y mucha alegría en casa", reconoció Martínez, que en la actualidad está haciendo el máster de Formación del Profesorado, aunque no descarta dedicarse a la investigación. "Para el próximo curso he solicitado entrar en un máster de lingüística que se imparte en Oxford", concluyó.