El niño que dibujaba carreteras es ya un brillante ingeniero

Diego Francisco Fernández ha merecido el premio Fin de Grado PCEO Doble Grado en Ingeniería Civil e Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos que patrocina la cátedra Hunosa. Además es el Mejor Expediente Fin de Grado de la Escuela Politécnica de Mieres y Mejor Expediente de la Universidad de Oviedo.

Este joven de 23 años, hijo de una doctora en Filología Inglesa y un doctor en Filosofía, desde pequeño mostró un gran interés por la edificación y de la obra pública. Este interés estuvo marcado por el boom de la construcción previo a la crisis económica del 2008 y por la ejecución del tramo final de la autovía A8 en Ribadedeva, donde veranea en casa de sus abuelos. "Conseguimos los planos y, durante años, no hubo cosa que más me entretuviera que descifrar la simbología que encerraban y dibujar a mano el trazado de nuevas carreteras", asegura. Ya al comenzar la ESO en el IES Alfonso II de Oviedo supe que quería estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Oviedo y se matriculó en el Doble Grado en Ingeniería Civil e Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos de la Escuela Politécnica de Mieres con el objetivo de completar la formación en obra pública con una visión sobre la minería y la energía. "Lo que más me ha gustado es la buena relación existente entre el profesorado y el alumnado, muy cercana, así como la visión interdisciplinar de los estudios. Tanto la ingeniería civil como la de minas son disciplinas en las que se estudian aspectos muy diversos y de gran importancia. Esto lleva a tener docentes de ámbitos del conocimiento muy diversos y una amplia perspectiva de cómo satisfacer las necesidades de infraestructuras y recursos mineros y energéticos de la sociedad", asegura.