No tiene secretos, es la sidra en estado puro, sin trasegar, como se hacía hace muchos años en casas y llagares. Desde que hace unos días se pusiera en el mercado, la sidra sobre la madre de Trabanco cuenta con una gran cantidad de consumidores que buscan esa sidra porque le gustan especialmente sus características. Para Yolanda Fernández "es un producto muy frutal, tierno, que sienta genial al estómago y que nos permite beber varias botellas y disfrutarlas". Hay quien va más allá y opina que "es la mejor sidra que se puede encontrar ahora mismo en el mercado, con la frescura, limpieza y acidez que se requiere, y sin esas notas dulces que tanto abundan", afirma Gonzalo Tielve. Para Samuel Trabanco, "es la forma que tenemos de homenajear a mi tío Vicente, un gran defensor de la sidra que no se cambia de tonel y que refleja como ha sido una cosecha, ni se mezcla, ni se mueve, y lo que pretendemos es recuperar una forma ancestral de elaborar, volver a los orígenes".

La sidra sobre la madre de Trabanco marca el inicio de las nuevas sidras, de la nueva cosecha. Su etiqueta blanca la diferencia, y sale como una edición limitada ya que tan solo hay diez toneles a disposición de los consumidores, con lo que está previsto que se acabe en torno a septiembre u octubre. El 2016 fue un excelente año de manzana, y eso se nota en lo que uno se va a encontrar en la botella. Será una añada para recordar apuntan los expertos, y el verano la mejor época para consumir este peculiar oro líquido. La sidra sobre la madre de Trabanco es una sidra de manzana seleccionada que se rige por una serie de controles de calidad, realizados por la entidad Bureau Veritas Certification siguiendo el Reglamento de Uso de la Sidra Natural de Calidad. Entre ellos, destaca uno: el uso exclusivo de variedades de manzana cosechadas en Asturias. El último control de calidad corresponde a un jurado independiente, compuesto por reconocidos catadores de sidra, que analizan los lotes presentados a calificación en cada una de las mesas de cata. Sólo la sidra que obtiene el Notable puede ver la luz y salir al mercado. Además, es una sidra solidaria ya que con el consumo de cada botella, Sidra Trabanco donará parte del importe a la Fundación Sandra Ibarra de solidaridad frente al cáncer, con el fin de tratar de colaborar, en la medida de lo posible, en proyectos de investigación contra esta enfermedad.

La nueva sidra ya está aquí, con toda su juventud, ideal para consumir con pescados, mariscos, arroces y un sinfín de platos. Solo se encontrará en sidrerías que cuidan el producto, que la mantienen a la temperatura adecuada y donde la escancian con el cariño y cuidado necesario para que sus cualidades salgan a relucir en plenitud.

Cuando se consume sidra, se consume Asturias. Es un producto autóctono, fruto del esfuerzo de muchas personas, desde el agricultor del campo hasta el conductor del camión que entrega el producto en la sidrería. Se elabora de forma lenta y artesanal durante un periodo de seis meses, y requiere de continuas atenciones para que mantenga todas sus cualidades. Es la sidra, un milagro de la naturaleza, delicada, sutil, chispeante y prestosa, una naturaleza que presentaba hace unas semanas un paisaje repleto de pomares de aspecto fantástico, con una preciosa flor que recuerda a las del Valle del Jerte. Pero es Asturias, nuestra Asturias.