La faba asturiana es uno de los productos más emblemáticos y exclusivos del Principado, una legumbre especial cuyo cultivo se sigue realizando de forma artesanal. En la mayoría de los casos, la siembra, la escarda de malas hierbas, la recolección y la selección del grano se realizan a mano, con el objetivo de optimizar la calidad del grano.

Las condiciones climatológicas de este año han favorecido el desarrollo y el crecimiento de la planta. La cosecha de 2017 se espera que sea una de las más prolíficas de los últimos tiempos, ya que en esta temporada se han sembrado 166 hectáreas de fabas asturianas, 32 hectáreas más que en 2016, lo que supone un incremento de casi el 20% sobre la cosecha anterior. “Hemos aumentado la superficie dedicada a la legumbre, se ha recogido más cantidad que el año pasado y la calidad es muy buena”, explicó Juan José Menéndez, presidente del Consejo Regulador.

Pero lo importante es reconocer la auténtica faba asturiana frente a las de importación o las cultivadas en Asturias pero que no están sometidas a ningún tipo de control y certificación. Todo el mundo habla de faba de la granja, pero el consumidor debe saber varias cosas si quiere tener entre sus manos un producto garantizado y con Indicación Geográfica Protegida.

Lo primero, que no existe la faba asturiana a granel, puesto que su trazabilidad sería incontrolable. El consumidor podría estar comprando legumbre boliviana bajo la denominación faba asturiana. La de la IGP se comercializa siempre envasada, y los envases autorizados para la venta al público son como máximo de 1 kilogramo en diferentes formatos -vacío, saquetas, cocinadas, etcétera-, y en formatos de hasta 10 kilogramos exclusivamente para hostelería. También es bueno saber que siempre lleva una contra¬etiqueta numerada, una información que garantiza su origen y trazabilidad.

Los 144 productores asturianos esperan cosechar más de 200 toneladas de Faba Asturiana IGP, por lo que se estaría hablando de una cosecha, la de 2017, con cifras récord, ya que se superarían las 100 toneladas de fabas certificadas respecto a las 93,66 toneladas de la campaña anterior.

Consejo Regulador

El Consejo Regulador IGP Faba Asturiana ha sido creado para la defensa del producto que ampara y de los productores y empresas envasadoras que lo comercializan, así como para afianzar y asegurar a corto y largo plazo la producción de faba asturiana y la rentabilidad económica de la misma. Para que eso se produzca, se necesita el compromiso tanto de productores como de envasadores y del consumidor final. La auténtica Faba Asturiana IGP se cultiva en 31 de los 78 concejos asturianos, y el más productivo es Valdés, con 40 productores. Si se quiere cocinar con fabas de verdad, las mantecosas, finas y que se deshacen en la boca, se ha de buscar la contraetiqueta IGP Faba Asturiana. Así no se asumirán riesgos y no habrá equívocos.