La rinoplastia o cirugía de la nariz es una intervención quirúrgica que se realiza para modificar la forma o el tamaño de la nariz y corregir desviaciones, defectos de forma, problemas funcionales o problemas derivados de traumatismos, buscando la simetría y la armonía facial.

Es una intervención con un alto nivel de demanda en España, situándose entre las cinco cirugías estéticas más habituales en nuestro país. La mayoría de los pacientes que acuden a la Clínica Rehberger se someten a esta intervención, tienen edades comprendidas entre los 18 y los 45 años.

Rinoplastia, ¿salud o estética? Aunque la mayor parte de las Rinoplastias se realiza con fines estéticos, para conseguir un mayor grado de belleza en la nariz, no son pocos los casos, en los que la intervención se realiza para solucionar algún tipo de problema funcional. Entre los retoques estéticos nos encontramos con casos de todo tipo: asimetrías en la punta de la nariz, narices anchas, alargadas, muy grandes o muy pequeñas, aunque las intervenciones más habituales son las desviaciones de tabique y los puentes nasales muy pronunciados, que afectan de manera muy llamativa a nuestra imagen de frente y de perfil.

En cuanto a los problemas funcionales, aunque nos encontramos pacientes con problemas relacionados con el olfato o la modulación de la voz, la mayoría de los casos que se atienden están relacionados con problemas respiratorios derivados de desviaciones del septo nasal o cornetes hipertróficos.

¿Cuánto dura una intervención de rinoplastia? La rinoplastia es una intervención que suele durar entre 1 y 2 horas, aunque depende fundamentalmente del tipo de defecto o problema que se quiera corregir. Normalmente no requiere hospitalización y cuando esta es necesaria, suele ser de un solo día.

¿Cuándo son visibles los resultados de la rinoplastia? Aunque el resultado de la operación se puede apreciar una vez finalizada, el resultado definitivo será pasados varios meses. Durante estos meses existe una ligera inflamación que irá poco a poco disminuyendo.

¿Cómo es la recuperación de una rinoplastia? Durante las primeras 24 horas, tras haber realizado la intervención, es normal encontrarse con leves molestias en la zona, con una ligera inflamación y con hematomas en el rostro, habitualmente alrededor de los ojos. Siguiendo una serie de pautas y recomendaciones postoperatorias del cirujano, estos efectos irán desapareciendo en unos días. Aunque se puede hacer vida normal pasados unos días de la intervención, se deben evitar todo tipo de ejercicios físicos bruscos durante los dos primeros meses. Además, conviene evitar las exposiciones a factores ambientales extremos, como el exceso de frío o calor o las largas exposiciones a la luz solar.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza para una rinoplastia? La rinoplastia se realiza habitualmente en régimen ambulatorio, es decir, sin hospitalización y con anestesia general, para tener controlada en todo momento, la función respiratoria. En los casos más sencillos, como los pequeños retoques en la punta nasal, se suele realizar mediante anestesia local combinada con sedación consciente, que permite mantener al paciente completamente relajado y sin sentir el más mínimo dolor.

Tanto la anestesia general como la sedación consciente, son técnicas realizadas por anestesistas profesionales, con una continua monitorización y completo control del estado del paciente.