Pablo Ariel Vagni Álvarez, graduado en Contabilidad y Finanzas, logró ser el Mejor Expediente en la Rama Económica. Recibió por este logro dos Premios Santa Catalina. Éste lo concede el Colegio de Economistas. El estudiante de 23 años y residente en Lugones tiene claro que no va a dudar a la hora de hacer las maletas para buscar su trabajo soñado. De viajar sabe mucho. Ya de pequeño, cuando vivía en su Buenos Aires natal, aprendió "lo que era una maleta cuando me tocó guardar mis juguetes en una para mudarme a España. Desde entonces he procurado no parar de viajar. El miedo y la inseguridad que suele generar enfrentarse a nuevos lugares es en mi caso más bien curiosidad y ganas", argumenta. Con esto quiere decir que no le van a temblar las manos a la hora de enfrascarse en un enésimo viaje que le aleje de Asturias por motivos laborales. "Trabajar fuera no supondría un problema. Sin embargo, a día de hoy, me encuentro muy a gusto donde estoy y no me planteo, al menos en el corto plazo, moverme de aquí", reconoce.

Al margen de sus inquietudes laborales, Vagni Álvarez dedica su tiempo libre a ejercer como voluntario en una asociación de estudiantes que se encarga de "la promoción de la movilidad internacional como herramienta de desarrollo personal y social, la defensa de la igualdad entre razas, géneros y culturas, la protección del medio ambiente y el fomento de la cooperación al desarrollo, la cultura y el deporte", define. Y es que compatibiliza a la perfección los estudios con sus hobbies, como son la lectura y el deporte, además de su labor de voluntariado.

El lugonino de adopción forma parte actualmente de la plantilla de PwC, empresa en la que recayó tras realizar las prácticas de la carrera de Contabilidad y Finanzas. En ese sentido, reconoce que "el acceso al mercado laboral no fue un proceso largo y tedioso como, desgraciadamente, resulta para muchos estudiantes al terminar su formación académica. Mis conocimientos y experiencia creo que han sido fundamentales en este proceso pero soy consciente de que no son más que los conocimientos a partir de los cuales empezar a construir. En otras palabras, aún me queda todo un mundo por descubrir".

Con trabajo en Asturias, Vagni Álvarez no piensa en planes de futuro a largo plazo. "Eso nos distrae de lo realmente importante y es que un camino de mil millas comienza con un solo paso, por lo que mi aspiración es la de aprender día a día lo máximo posible de los profesionales que me rodean y mejorar mi trabajo. Es una receta que no tengo ni idea de dónde me levará, pero que por seguro, no será a un mal de destino", entiende.

Este trotamundos argentino creo que su expediente no es más que una nota. Considera que puede aportar mucho a la sociedad, como cualquier otra persona. "El aporte que se realiza a la sociedad no es en función de la profesión, sino de la persona, dado que cualquier conocimiento puede ser utilizado indistintamente para hacer el bien o el mal. Con esto quiero decir que aportaré algo a la sociedad no como experto en Contabilidad y Finanzas, sino como Pablo. El individuo no está conformado únicamente por sí mismo, sino también por su entorno, por lo que mantener éste sano es tan importante como cuidarse uno mismo", remarca.

El entorno de Vagni Álvarez influyó en que el estudiante haya logrado el hito de ser el Mejor Expediente en la Rama Económica. "Son muchas las personas que me vienen a la cabeza cuando pienso en este premio; tantas que es prácticamente imposible nombrarlas. Mención especial merece mi familia, tanto mis padres, Norberto y Aurora, como mi hermana Verónica, que han sido los que me han apoyado en todo momento y en cualquier situación y sin la ayuda de los cuales, lograr este reconocimiento hubiera resultado mucho más difícil", ensalza.