Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Extremadura, Doctor en Medicina por la Universidad de Cantabria (Sobresaliente Cum Laude) y Especialista en Neurología vía MIR (Hospital General de Asturias 1992), el Dr. Valentín Mateos celebra el quinto aniversario de las instalaciones del Instituto Neurológico que lleva su nombre, ubicado en la calle San Francisco de Oviedo. Perteneciente a la American Academy of Neurology (AAN) y a la International Headache Society (IHS), el Dr. Mateos es coordinador del servicio de neurología del Centro Médico de Asturias, en Oviedo, y asegura que, desde sus inicios, el objetivo principal del Instituto es "la atención integral al paciente neurológico", un lema y espíritu que, asegura, "mantenemos intacto".

- Se cumplen ahora cinco años desde su traslado a las nuevas instalaciones de la calle San Francisco. ¿Satisfecho con la decisión?

-Mucho. Mi decisión de entonces fue con la idea de cambiar el modelo tradicional de consulta médica privada unipersonal por el de clínica especializada. Ello implicaba la incorporación de profesionales de disciplinas afines a la neurología, la dotación de aparataje diagnóstico y contar con unas instalaciones adecuadas. La respuesta por parte de los profesionales a quienes ofrecí sumarse al proyecto fue entusiasta y?, hasta hoy.

- El Instituto Neurológico cuenta con una amplia cartera de servicios y especialidades ¿Puede resumirlos?

-Desde un principio asumimos como objetivo la atención integral al paciente neurológico, lema y espíritu que mantenemos intacto. A tales fines nuestra cartera asistencial se fundamenta en sendas consultas de neurología, a mi cargo; y de neuropediatría, bajo responsabilidad del Dr. Ignacio Málaga, que actúan como "puertas de entrada" al Instituto, según se trate de pacientes adultos o niños. Un segundo núcleo lo constituyen los laboratorios de neurofisiología y neurosonología, a cargo, respectivamente, de las doctoras Delia Rodríguez y Carmen García-Cabo, cuya misión es la realización de estudios y/o pruebas diagnósticas, bien por demanda interna o bien a requerimiento de profesionales ajenos al Instituto. El tercer eslabón lo conforman profesionales de las áreas de neuropsicología (Aníbal Fernández, Clara Zancada y Cristóbal Pereira) y neuropsicología infantil (Juan Arias) que, por una parte , nos dan apoyo diagnóstico (evaluaciones neuropsicológicas y cognitivas) a las consultas de neurología y/o neuropediatría y, por otra, desarrollan una actividad fundamental en el campo de la neurorrehabilitación, como es la rehabilitación cognitiva, que en nuestro Instituto siempre es individualizada. Como complemento a todo lo anterior, contamos también con sendos gabinetes de neurologopedia (Carla Granda) y de terapia ocupacional (Cristina García), centrados ambos en la atención a pacientes con daño cerebral sobrevenido (ictus, esclerosis, demencias, traumatismos, etcetera).

- ¿Cuáles son las patologías que motivan mayor número de consulta en su centro?

-En neurología (adultos), los tres principales motivos de consulta son los problemas de la memoria (desde los olvidos simples a la enfermedad de Alzheimer), las cefaleas, con la migraña a la cabeza de ellas; y los trastornos de la marcha, bien por Parkinson o bien por otros problemas, como los vasculares. A ellos cabe sumar patologías que, aunque más infrecuentes, suelen ser motivo de "consultas de segunda opinión", como la epilepsia, la esclerosis múltiple, la ELA, el ictus, etc. En el caso de los pacientes pediátricos, los trastornos del espectro autista (TEA) y los problemas relacionados con la atención y/o el aprendizaje (como el TDAH), son motivos frecuentes de consulta. A ellos cabe añadir cualquier otra patología neurológica en este segmento poblacional (epilepsias, migrañas infantiles, enfermedades congénitas, etc. ).

- Hoy en día parece que hay mucho temor en la población a la posibilidad de desarrollar una demencia. ¿Cómo abordan ustedes estos casos?

-Pues sí, y cada vez más. Afortunadamente, en muchas ocasiones se trata de simples "quejas cognitivas", que no se traducen en patología neurológica subyacente. En otras, por el contrario, sí será posible documentar un deterioro cognitivo incipiente o bien diagnosticar una demencia ya establecida. Nuestra aproximación a estos problemas se inicia con la historia clínica (tomando siempre en consideración las referencias que nos hacen las personas del entorno del paciente), que incluirá algún test cognitivo breve, que nos permita una aproximación inicial al problema. Cuando las circunstancias así lo aconsejan (edad no avanzada, elevado nivel educativo de base, alto grado de desempeño profesional, etc.) entendemos obligado realizar una evaluación neuropsicológica reglada que nos permita documentar el compromiso cognitivo, identificar los dominios involucrados (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, etc.) y cuantificar su gravedad. En un segundo paso valoraremos la necesidad de realizar "pruebas diagnósticas".

- En lo relativo a las pruebas diagnósticas en neurología, ¿cuáles son las habituales y cuándo son necesarias?

-De entrada, es obligado señalar que no siempre son necesarias las pruebas. En algunas patologías neurológicas el diagnóstico es eminentemente clínico, esto es, que con la anamnesis (entrevista clínica) y la exploración neurológica estamos en condiciones de hacer el diagnóstico con un alto grado de certeza. En otras, sin embargo, las pruebas son convenientes, necesarias o incluso imprescindibles, sea para apoyar nuestra impresión diagnóstica inicial o sea para descartar otras posibilidades que puedan cursar con síntomas similares. Los estudios de neuroimagen, (TAC, Resonancia Magnética, PET), los neurofisiológicos (electromiografías, electroencefalografías) y los neurovasculares (doppler de carótidas, dúplex transcraneal) son, junto con algunas pruebas específicas de laboratorio, los más comúnmente utilizados.

- ¿De cuáles de estos medios instrumentales dispone su Instituto Neurológico?

-En el Instituto Neurológico contamos con sendos equipos Cadwell de última generación para la realización de estudios neurofisiológicos, tanto de electroencefalografía (EEG) como de electromiografía (EMG) y potenciales evocados. El EEG es especialmente útil en la valoración de los pacientes con epilepsia o con pérdidas de conciencia no aclaradas. Por su parte, la EMG y la ENG cobran su importancia en el diagnóstico de las patologías neuromusculares (polineuropatías, miastenia, ELA, ?), a la par que son también de mucha utilidad para profesionales de la traumatología o la neurocirugía a la hora de tomar decisiones quirúrgicas sobre algunas patologías (hernias de disco, estenosis del canal, ?). Igualmente, contamos con un ecógrafo Toshiba de altas prestaciones para los estudios Doppler, técnica de ecografía que nos permite valorar con gran precisión el estado del árbol vascular y el flujo sanguíneo cerebral, algo especialmente útil en personas que han tenido un ictus o que están en riesgo de sufrirlo, por concurrir en ellas uno o más factores de riesgo vascular (hipertensión, diabetes, colesterol, ?). Cuando nuestros pacientes precisan estudios de neuroimagen (TAC, RM, PET) los derivamos al Centro Médico de Asturias, cuyos profesionales del área de radiodiagnóstico como de medicina nuclear nos garantizan estudios de alta calidad a la par que rapidez en su realización.