La fotoprotección es un tema apasionante, no solo para prevenir las hiperpigmen-taciones (manchas), o el envejecimiento, sino para prevenir temas más serios, como el cáncer de piel. Así que, como especialista en belleza, pero también como profesional sanitaria, me veo en la "obligación" de tratar estos temas con el mayor rigor posible.

Rayos UVB y UVA. Lo más importante es hablar de los rayos UVB, causantes de las quemaduras solares, del enrojecimiento y a largo plazo del cáncer de piel. Nuestras células tienen la capacidad de reparar ese daño, pero hasta cierto punto (es la memoria del sol de la que siempre se habla), porque si va acumulando quemaduras, llega un momento en el que ya no es capaz de repararse (cáncer de piel). También son importantes los rayos UVA, responsables del bronceado, pero que además llegan a la dermis causando manchas, envejecimiento, alergias al sol, problemas oculares, y cáncer. Y, por último, la luz visible, la luz azul, que cada día cobra más protagonismo, y por ello la cosmética de calidad también lo tiene en cuenta.

Hoy en día cada vez hay más conciencia del uso de protectores solares y, los grandísi-mos avances en la formulación cosmética, hacen que este proceso sea muy agradable. Además, hay una oferta tan amplia en el mercado que me parece imposible no encon-trar el producto con el que sentirse a gusto. Pero precisamente ahí es donde está el primer problema. Volvemos al exceso de información: filtros químicos o físicos, con SPF 50 no me pongo moreno, qué hacer cuando ya hay manchas, pieles intolerantes al sol, qué pasa con la vitamina D, cómo reaplicar si estas maquillada... Fundamental abordar cada necesidad de forma particular. Sería poco profesional por mi parte tratar un tema tan serio de forma general, sin escuchar el caso, sin valorar, preguntar... Aún así, voy a dar respuesta a las dudas más habituales que me plantean en consulta.

Dudas más habituales

¿Por qué hay tanta diferencia de precio en cosmética solar? ¿Los más baratos prote-gen bien? La seguridad en cuanto a la protección es la misma, puesto que el producto tiene que garantizar el SPF que indica. Lo que no es igual es la eficacia, y ahí está la diferencia de precios. Es importante que sea de amplio espectro, porque el SPF sólo indica la protección frente a los rayos UVB. También es muy interesante que conten-gan antioxidantes y enzimas reparadoras del ADN, para reparar el daño actínico en nuestra piel. Pero ojo, si el hecho de comprar un protector solar de gama alta implica que se vaya a dosificar extremadamente su uso, no merece la pena. Si por barato apli-co lo necesario y por más caro no, no tiene ningún sentido. Belleza con cabeza, ¿os suena?

¿Qué cantidad hay que aplicarse? 2 mg. por cm2 de producto para el rostro, que es más o menos una cucharilla de café. Pero tampoco hay que ponerse tan estrictos, sólo hace falta aplicarlo por toda la superficie de la piel y de forma generosa. Y hay que reaplicar cada dos horas. No tiene sentido agobiarse con cuánto va a durar el bote desde que se abre... que dure un año es señal de que se hacen las cosas mal, admitá-moslo.

¿Deberíamos preparar la piel para el verano en cabinas de rayos UVA? NO. No va a hacer nada más que acumular daño en el ADN de las células, generar manchas en la piel y más arrugas. Por suerte, existen cosméticos que refuerzan las defensas naturales de la piel, previenen el fotoenvejecimiento e incluso hacen que el bronceado sea más duradero. Y siempre está la opción de usar autobronceadores, en casa o como tratamiento profesional.

¿Si se usa protección solar, quiere decir que no me pondré moreno/a? Usando protec-ción solar no te quemas. Es distinto no quemarse a no broncearse. Lo que suele ocurrir es que te bronceas de forma saludable, porque es imposible protegerse del sol al 100 por 100.

¿Es obligatorio usar cremas con factor de protección 50? A partir de un factor 30 ya hablamos de alta protección. Lo que ocurre es que, como donde normalmente se falla es en la cantidad de producto y en volver a aplicarlo, como medida general se tira por alto. Y vuelvo a recalcar que el SPF no es lo único importante. Porque ponerse un SPF 50 por la mañana no implica olvidarse del tema, ni garantiza protección total.

En resumen, el bronceado, si aparece, se disfruta, pero no se busca cueste lo que cues-te, porque la factura puede ser muy cara.

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