Fenomenal impresión la dejada por el equipo de Sergio Egea en su último partido de pretemporada. Si ya a lo largo de este mes, el Real Oviedo, se había mostrado como un equipo sólido en defensa y con empaque, en la tarde de hoy aparecieron también jugadores con chispa y explosividad en ataque que permiten encarar con optimismo el inicio de La Liga.

Bien es cierto que se suele decir que las pretemporadas, realmente, no sirven para casi nada,pero mucho mejor para la moral del equipo que el trabajo realizado se manifieste con hechos sobre el terreno de juego.

Esta solidez de los azules responde en gran parte a la continuidad del bloque principal del año anterior. El técnico argentino utilizó, en una alineación que tiene pinta de que será muy similar a la que afrontará el partido de Lugo en la primera jornada, a 7 jugadores de la temporada pasada.

Iniciaron el encuentro Esteban, Fernández, David, Borja Gómez y Peña en defensa. Vila y Erice por delante, y Susaeta, Font, Hervías y Linares en el ataque.

Los dos laterales aportaron seguridad en defensa y mucha profundidad en ataque, Hervías un continuo desborde y velocidad que puso en jaque a la defensa berciana y Borja parece que lleva años ya en el equipo.

Mucho más mérito tiene esto, puesto que la Ponferradina fue un duro rival, en todos los sentidos de la palabra. El encuentro no pareció amistoso y los dos equipos lo disputaron con gran vehemencia como lo demuestra el altísimo número de tarjetas sacadas para ser un amistoso. Además, la Ponfe es un equipo muy trabajado tácticamente como ya demostró en su partido de la semana pasada frente al Sporting y no puso nada fáciles las cosas a los asturianos.

Se adelantaron los bercianos nada más iniciarse el encuentro pero respondió Susaeta, en el minuto diez, tras aprovechar un gran pase de Linares. Los ovetenses fueron muy superiores con numerosas llegadas a puerta incluso antes de la expulsión de Jonathan por una durísima entrada con la pierna en alto sobre Hervías.

En la segunda mitad, pronto marcó Carlos Peña tras una magnífica jugada colectiva. Cervero se encargó de poner el resultado definitivo en el marcador tras cabecear un centro de Bautista casi al final de una segunda parte de menor ritmo y calidad que la primera tras los cambios.

Dura prueba para el Oviedo, superada con éxito. Los ovetenses llegan con los deberes hechos tras una pretemporada sin contratiempos y de buenos partidos pero ahora deberán pasar su importante reválida, el examen de La Liga que iniciará la próxima semana frente al CD Lugo.