Dudo mucho que Joaquín del Olmo conozca en profundidad a las 21 plantillas con que su Oviedo competirá esta temporada. También me imagino que no está al tanto del historial de ascensos de la Segunda División, plagado de "numancias", "eibares", "extremaduras", "méridas" y, casi, "gironas", que con cuatro cañas dejaron atrás a clubes que iban sobrados. Ni siquiera los directores deportivos del Barcelona, Robert Fernández, y del Madrid, Florentino Pérez, se han atrevido a manfestar públicamente lo que seguramente piensan de sus plantillas. Eso sí, si lo que Del Olmo quería era meter una presión insoportable a su entrenador, lo ha hecho de cine. Sergio Egea ya sabe lo que le espera.